lunes, 25 de marzo de 2019

LOS MANDAMIENTOS DE DIOS

El cual también nos ha hecho ministros suficientes suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. 2º Cor.3:6
Hay una gran roca en la holla de Huesca, donde todos los años siempre hay accidentes de expertos escaladores. Siempre que paso por ese lugar me pregunto: ¿Sería capaz de escalar esa roca? ¿Dios estaría de acuerdo en que yo la escalara? 

Dios nos dice: que no tentemos en arriesgar nuestras vidas. Y a que seremos responsables nosotros mismos de nuestra muerte. 

Dios dio una orden a los hombres desde el principio de la creación. Y años más tarde la ratifico desde el Sinaí. 

La ley que Dios dio son consejos útiles para no caer desde las alturas del pecado, y ser a rastrados hacía la muerte eterna. A primera vista la ley de Dios, pronunciada desde el Sinaí, es el dictamen de condenación para el pecador. 

Le corresponde a la ley condenar, pero no hay en ella poder para perdonar o redimir. Es ordenada para vida; los que caminen en armonía con sus preceptos recibirán la recompensa de la obediencia; pero causa servidumbre y muerte para los que permanecen bajo su condición.(HR.22-4-1902). 

El pueblo de Dios, desde la creación ha tenido el privilegio de tener un sistema doble de la ley; la ley moral y la ceremonial. 

La ley nos señala hacia atrás para recordar la creación, y que esta en vigencia hasta la eternidad, ya que es parte del plan divino de Dios, y es inmutable. 

La otra es la ceremonial que señala el sacrificio de Cristo por el hombre. La ceremonial es el plan de Cristo para salvar al hombre por su caída. Los que vivimos en los valles, no se nos cure ir a los Mayos de Riglos a escalarlo, sería un suicidio pronunciado. 

Al lado nuestro tenemos vecinos que como montañas inexpugnables no queremos entrar en conversación ni ser amables con ellos por miedo al fracaso. Pero Dios nos dicd: amar a tu prójimo y ámalo. 

Con sólo pensar el mandamiento experimentamos el más penetrante sentido del fracaso y de condenación. No sorprende, entonces, que Pablo nos diga la ley te condena a muerte. 

Escuchar el mandato pero no tener los recursos interiores para cumplirlos, escuchamos la sentencia de muerte. 
El Espíritu Santo, proclama, dar vida. Esto es cuando el Espíritu derrama el amor de Dios en tu corazón. 

Lo que antes no podías hacer ahora es un deleite para tu espíritu. 

Porque haces la voluntad de Dios, estas ayudando a tu prójimo a salir de sus circunstancias en que estaba sumido en el pecado. La experiencia de Pablo en Romanos 7, es su propia experiencia a conocer a Cristo lo libero de la esclavitud del pecado. 

Y Rom. 8 le dio la libertad de cambiar su enfoque de la letra de la ley a la educación que Cristo le concede.
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea sobre ustedes. Sal. 62: 7

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