BUSCANDO LO PERDIDO.

Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban. Dije a gente que no me invocaban mi nombre: Heme aquí, heme aquí. Isa. 65:1

Durante años fui submarinista y una de las cosas más peligrosas con las que uno quiere ni desea encontrarse, es con un ataque de narcosis de nitrógeno (borrachera de la profundidades) está causada por la alta presión parciales de nitrógeno. 

Toxicidad por dióxido de carbono. El otro se conoce desmayo por contención de la respiración o desmayo hipóxico. Gracias a Dios que esto nunca me ha pasado, pero cuando uno estas en las profundidades del mar a 40 o 60 metro todo es posible. 

Hay que tener experiencia para ayudar a tu compañero sin causar daño a tu compañero ni aunó mismo. En la vida real pasa algo muy similar. 

Cuando uno se encuentra perdido en las profundidades puede llevar a la persona a hacer algo inesperado y ridículo. Mirando hacia atrás, cual necio es que los pecadores ignoren y aun desprecie al único que nos puede salvar la vida. 

Cristo es el gran buceador de las profundidades del pecado, Él nos puede salvar de este mar embravecido de pecado y maldad. 

En la desesperación del pecador, por salvarse de la profundidad del pecado, Cristo lo sujeta por detrás y le da el oxigeno que necesita para salir de su situación hacia la superficie. 

Este proceso es lento, cada metro hacia la superficie, tiene que tener una descompresión, para que sus pulmones no estallen. Así es la vida del pecador.

Esto es una vislumbre excepcional del nuestro Dios que nos ayuda en los momentos más difíciles de nuestra vida. Como un gran buceador sigue ofreciendo su ayuda y os dice: “¡Aquí estoy!”,

El es suficiente sabio para comprender lo que usted esta pasando en estos momentos. Cuando caemos exhausto, caemos a sus pies. Pedimos que nos ayude a salir a la superficie, para poder respirar. Por causa de su conocimiento y su sabiduría, Él puede decir: 

“Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por caminos no buenos, en pos de sus pensamientos” (Isa.65:2).A Cristo no lo desanima nuestra resistencia ni se ofende por nuestra rebeldía. 

Su paciencia es grande para con el pecador. Algunos piensan que tan infinita paciencia de parte de Dios nos llevaría a la presunción. 

Podríamos llegar a pensar y a presumir de su bondad y andar por nuestros caminos, sabiendo siempre que está cerca su mano salvadora. 

¿Cuidado con esta idea? Sin embargo, es la bondad de Dios, no el temor de que El pudiera apartarse de nosotros, lo que nos guía al arrepentimiento y a una confianza duradera es su amor por el pecador. 

MARANATA.

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NOTIFICACION A LOS LECTORES.

Notificación: Estimados lectores de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea sobre ustedes. Sal. 62: 7