viernes, 4 de mayo de 2012

PABLO, CIEGO, PUDO VER A CRISTO

Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Hech. 9: 17.

A las puertas de Damasco, la visión del Crucificado cambió todo el curso de su vida [de Pablo]. El perseguidor se convirtió en discípulo, el maestro en alumno. Los días de oscuridad pasados en la soledad, en Damasco, fueron como años para su vida.

Su estudio lo constituían las Escrituras del Antiguo Testamento, atesoradas en su memoria, y Cristo era su Maestro. También fue para él una escuela la soledad de la naturaleza. Fue al desierto de Arabia para estudiar las Escrituras y aprender de Dios. Limpió su alma de los prejuicios y las tradiciones que habían amoldado su vida y recibió instrucción de la Fuente de verdad.

Su vida ulterior fue inspirada por el principio de la abnegación, el ministerio del amor. "Deudor soy -dijo- a los griegos y también a los bárbaros, a los sabios y también a los ignorantes" . . .
Al par que poseía altas dotes intelectuales,

Pablo revelaba en su vida el poder de una sabiduría aún más rara. Sus enseñanzas, ejemplificadas por su vida, revelan principios de la más profunda significación, que eran ignorados por los grandes espíritus de su tiempo.

Poseía la más elevada de todas las sabidurías que da una pronta perspicacia y cordial simpatía, que relaciona al hombre con los hombres, y lo capacita para despertar la naturaleza mejor de sus semejantes e inspirarles a vivir una vida más elevada . . .

"Siendo vilipendiados -dijo-, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos; siendo infamados, rogamos", "como pesarosos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, y sin embargo poseyendo todas las cosas".-Ed 61-64. 99
  G. W.

jueves, 3 de mayo de 2012

LA FIEL RECOMPENSA DE ELISEO

Partiéndose él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. 1 Rey. 19: 19.

El profeta Elías estaba por poner fin a sus labores terrenales. Otro había de ser llamado para impulsar la obra que había de hacerse en ese tiempo. En su viaje, Elías fue orientado hacia el norte . . . (Foto. Eliseo orando)

Por donde mirara, la tierra que veía pertenecía a un hombre; un hombre que no había doblado su rodilla ante Baal, cuyo corazón había permanecido indiviso al servicio de Dios.

Aun durante el cautiverio había habido almas que no habían apostatado, y esta familia se incluía entre los siete mil que no habían doblado su rodilla ante Baal. El dueño de esa tierra era Safat . . .

La atención de Elías se dirigió a Eliseo, el hijo de Safat, quien araba la tierra con los siervos y doce yuntas de bueyes. Era educador, director y trabajador. Eliseo no vivía en las ciudades densamente pobladas. Su padre era un labrador, un agricultor.

Eliseo había recibido su educación lejos de la ciudad y de la disipación de la corte. Había sido preparado para que adquiriera hábitos de sencillez y obediencia a sus padres y a Dios . . . Pero aunque tenía un espíritu humilde y tranquilo, Eliseo no tenía un carácter voluble.

 Poseía integridad, fidelidad, amor y temor a Dios. Tenía las características de un gobernante, pero junto con ellas poseía la mansedumbre del que está dispuesto a servir.

Su mente se había ejercitado en las cosas pequeñas, para ser fiel en lo que hubiera que hacer; de tal manera que si Dios lo llamaba a actuar más directamente en su favor, estuviera preparado para oír su voz.-YI 14-1-1898. 96  [ Disculpe las molestia si no pongo las fotos adecuadas al tema, pues ya que Blogger a cambiado el sistema perativo. Espero Dios mediante susanar este problema.]
  G. W.