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jueves, 13 de febrero de 2014

PEDIR EN EL NOMBRE DE JESÚS.

Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo se cumplido. (Juan 16:24).

La relación del Hijo con el Padre no había sido entendida previamente en toda su plenitud.  Se había elevado plegarias ante la Deidad con un concepto limitado de ella,  y quizá en algunos casos sin tener ningún concepto. 
Después de la ascensión de Cristo y el comienzo de su ministerio como sacerdote y rey, se comprendería  su verdadera posición como el Mediador de las oraciones de los cristianos.

Aun en la edad media o oscura, este concepto no se entendió bien. Ya sea por la intercesión de los santo, que la iglesia impuso, que el Santuario donde esta Cristo intercediendo por el hombre no llego a comprenderse.

Cierto joven escuchaba el programa la Voz de la Esperanza.  Por medio de ese mensaje lleno de Cristo céntrico descubrió que Jesús era su Salvador  personal y amigo.
Mi experiencia fue algo similar, no fue la radio, ni una revista, ni folleto; Sino una biblia que me habían regalado. No la entendía, pero cuando leía los Salmos algo entro en mi corazón. Una noche calurosa del verano, asomado a mi ventana, mirando hacia las estrellas me preguntaba: ¿Hay un Dios? ¿donde esta? ¿que sentido tenia mi vida?.

En medio de una gran ciudad como Venezuela, yo me hacia esas preguntas.  Encontré a Dios en mi pieza, solo, mientras escuchaba el latido de mi corazón.  De rodillas en mi cama clame a mi Dios, pero en mi interior me decía, quién soy yo para que Dios me conteste. 

Hay una promesa en Juan, que no olvidare. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. (Juan 6:27).
 Jesús entro en mi corazón como el sol al amanecer.  Pero tardo casi tres años.  Los caminos de Dios al hombre le parecen extraños, pero son caminos que nos lleva a la salvación.

"Durante mi vida he tratado muchas veces de cambiar mis hábitos heredados y cultivados, pero sen resultados. Siempre fracasaba. Hasta que que un día leí un libro "El deseado de toda las gentes". Oh bendito  y alabado sea mi Dios, comprendi que dejando la carga a Cristo yo sentí liberación. Pero el momento critico fue una tarde, llore, llore, llore, amarga mente, y con palabras de niño dije: Papa ya no puedo más, o tu me ayudas, o me un do en el pecado que tanto aborrezco. 

Dios me ha mostrado la forma correcta de vivir.  Hace 47 años que soy cristiano, y en mis días de cristiano hay una cosa que tengo muy clara. "Mozo fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado.  Ni su simiente que mendigue pan" .

En esta vida llenas de lucha y penalidades, sigo al blanco, que me e trazado, con la ayuda de mi Dios,  "saldré más que vencedor".  Yo me pregunto: ¿Cuantos cristianos, o Musulmanes que creen en Dios y en sus vidas están vacías?  Cuando pienso en el Juicio, tiemblo con respecto y temblor, pero la gran mayoría de los creyentes no tienen idea de lo que va a ocurrir.(foto. Cristo intercede por el hombre)

Hay una promesa para todos los creyentes de este mundo, no importa la raza, el color, ni la ideología que tenga: " No debe ser difícil recordar que el Señor, [Dios o Alà] desea que usted deposite sus problemas y perplejidades a sus pies, y que los deje allí. [a los pies de Jesús o Dios].  Vaya a él, diciendo: "Señor, mis cargas son demasiado pesadas. ¿Quieres llevarlas en mi lugar?, Y él contestará: 2Yo las llevaré.  Con misericordia eterna tendré compasión de ti".  (TM 519)