¿LA JUVENTUD DA LA BIENVENIDA AL ESPÍRITU SANTO?

Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños. Hechos.2:17.

Durante mi vida de cristiano, e visto a muchos jóvenes donde el Señor les han investido con el poder del Espíritu santo. Jóvenes que más tarde fueron pastores.
Otros fueron médicos y enfermeras que trabajaron para el Señor. 

La promesa de nuestro texto, se realizo en los días de Pablo y de Juan. Más tarde hombre temerosos de Dios y investidos con poder de lo alto, llenaron del conocimiento de Dios en Alemania , Francia, España Hungría y Inglaterra. 

Pero la promesa es valida para los tiempos finales. Pero no debemos confundir el Reavivamiento y reforma, son dos cosas diferentes. 1º El reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual, una virificación de los poderes de la mente y del corazón, una resurrección de la muerte Espiritual. 

2ºLa reforma significa una reorganización, un cambio en las ideas y las teorías, en los hábitos y las practicas en nuestra vidas. Mientra que como iglesia no hagamos esto, no se derramara el Espíritu de Dios. 

Otra cosa es la individualidad en las personas. Si individualmente hay un cambio en la persona como dice él Señor, el Espíritu Santo se derramara en la iglesia, pero no en todos. (RH. 25 de 1902). La valentía y efectividad del testimonio que dieron los apóstoles surgía de haber recibido al Espíritu Santo. 

Hoy necesitamos lo mismo. Es una condición esencial para el servicio cristiano presente.<<El espíritu humano fracasa por doquier, amenos que el Espíritu Santo lo llene>> 

La condición laodicense en muchas iglesias,hay indiferencia a las apelaciones misioneras urgentes y la falta de motivación para participar en los esfuerzos por ganar personas para Cristo, ya que nos falta algo importante en nuestras vidas. 

“Si sólo estuviéramos vitalizados por el Espíritu Santo, habría cien misioneros donde ahora hay uno” (Consejo para la salud. p.50).  
“Oremos con corazón contrito con el mayor fervor para que ahora, el el tiempo de la lluvia tardía, los aguaceros de la gracia caigan sobre nosotros. 

¡Amen! “Mientras oráis, creed, en Dios confiad en Dios. Es el tiempo de la lluvia tardía, cuando el Señor dará liberalmente de su Espíritu. 

Debemos ser fervientes en nuestras oraciones, y vendrá el Espíritu”(TM 518,521). 

Muchos soñaran sueños, y yo doy fe de ello. 
Una hermana en Cristo de 99 años, con todo su conocimiento me contaba experiencia que ella había soñado y que el ángel estaba a su lada a los pies de su cama. 

Estas experiencia ya las conté en otras matutinas. Yo como cristiano, espero el derramamiento del Espíritu Santo. Amen.

MARANATA.

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