viernes, 13 de abril de 2018

BENDITA CONVIVENCIA


Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Juan 16:7.
Debe haber sido muy difícil de convencer a los discipulados de que Cristo tenía que partir para ver a su Padre. Al igual que nosotros tenemos un gran amigo y de repente nos dice que se tiene que marchar a un país lejano. 

Lo sentiríamos mucho pero a pesar de las circunstancia lo sentiríamos. Jesús era un gran amigo, paciente y amoroso, les corregía con amor y tenía mucha paciencia con ellos. Sus enseñanzas eran inspiradoras. 

La curaciones que hacía a los hombres mujeres y niños eran mejores que los médicos de hoy día, ya que en ellos no hay humanidad, no en todos. Su curaciones eran mejores que las de los médicos  ya que sanaba la mente y el cuerpo. 

Era un proveedor de alimentos en caso de necesidad. Creo que nadie desearía que se marchara de nuestra presencia. 

El problema se planteaba en la dureza de sus corazones, ya que no comprendía el significado de su partida. 

Al igual que hoy día no comprendemos bien la segunda venida de Cristo. Cristo había escogido voluntariamente renunciar a su omnipresencia; en consecuencia, cuando ellos estuviesen esparcidos por toda la tierra, él no estaría 
presente corporalmente. 

Pero a cambio recibirían unos de los poderes de la Trinidad. El Espíritu Santo. Él les acompañaría a todas las partes donde fueran. Esta gran promesa fue un hecho en la época de los apóstoles; y por ende con los Valdense, con Lutero, y todos aquellos reformadores. 

Desde Suecia hasta España. Todos ellos fueron sacrificados en las hogueras de la inquisición. Os daré un ejemplo: En la guerra de los treinta años (en Europa, el Imperio Español y el Sacro Imperio Romano Germánico) Entre Francia y los territorios de Habsburgo, entre ( siglo XVII-1618-1648). 

Termino con la paz de Westfalia y la Paz de los Pirineos. Tanto el imperio Papal Germánico y Español, querían acabar con la libertad religiosa, de los llamados protestantes. No solamente en Praga, sino en toda Europa. 

Suecia intervino, ya que su pueblo era protestantes y acogió la libertad de la Biblia. Roma (papal) quería acaba según ella con la herejía en Europa, y que mejo que empezar en Praga (CS. p. 252-308). 

La luz de la Biblia se había extendido por toda Europa, y el Espíritu Santo guiaba a los hombres y mujeres a la fuente de la verdadera sabiduría.

El ofrecimiento que nos hace Jesús es concedernos el Espíritu Santo, este don esta a disposición de aquellas personas que quieren saber la verdad. 

Como dice Pablo: Somos justificados por fe, y esto no es un don nuestro. El Espíritu Santo nos conduce a la fuente de la vida eterna. (La Biblia).
MARANATA
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalíptica
http://Viajes a través del tiempo y del espacio
http://Slientos de vida eterna.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario