HABLAMOS POR EL ESPÍRITU DE DIOS.

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Hechos 2:4.

Todas las promesas de Dios es para el pueblo de Dios. El tiempo es ahora. El Señor está ansioso de cumplir lo que ha prometido. Pero muchos nos preguntamos: 

¿Por qué, entonces, la lluvia tardía se demora en el tiempo?Todos sabemos que las promesas, están sujetas a condiciones deben cumplirse. “Cristo prometió el don del Espíritu Santo a su iglesia, y la promesa nos pertenece a nosotros tanto como a los primeros discípulos. 

Pero como toda otra promesa, nos es dada bajo condiciones” (DTG. 625). Esta bendición prometida, es reclamada por la fe. . .Seda según la riqueza de la gracia de Cristo. . .según la capacidad para recibirlo. (DTG. 626). El problema esta en que estamos mirando mas al mundo, que a las cosas celestiales. 

“A menos que avancemos diariamente en nuestro carácter y en nuestro trato con los que nos rodean, no reconoceremos la manifestación del Espíritu Santo en nosotros en la lluvia tardía. Esto quiere decir, que no emos cambiado nuestro carácter. 

Y todos nos damos cuenta que el Espíritu Santo se esta derramando en el mundo. Vemos como la obra avanza y la 
Palabra entra en los corazones de muchos hombres y mujeres. Algunos días entro en Youtube, para mirar como va la iglesia en algunos países. 

Me asombre hace poco cuando vi la obra de bautismo en un país Africano. Y como se desarrolla la obra Asía. También veo como se desarrolla la obra en Europa, y los datos no me cuadraban. Me dije: ¿Que esta pasando?¿Donde están esas grandes conferencia que se hacían? 

Y de repente en mi mente recordó; ¡No alarméis a la gente, dad cultos suaves! El día de la visitación está cerca. Todos deseamos que el Espíritu Santo sea derramado sobre nosotros.Pero es un asunto en que la gente piensa poco. 

Pero el día da la visitación esta cerca.¿Que contestaremos?La respuesta la encontramos en esta cita: 

“Puesto que éste es el medio por el cual hemos de recibir poder, ¿por qué no tener más hambre y sed del poder del don del Espíritu Santo? 

¿Porque no hablamos de él., oramos por él y predicamos respeto a él?” (HA.p. 41). “Por qué no tener hambre y sed del don del Espíritu, puesto que es el medio por el cual hemos de recibir poder? ¿por qué no hablamos de él, oramos por él, y predicamos acerca de él” (3 JT. p.212).

Es la hora de pensar en nuestra situación espiritual, y debemos hacer un examen de conciencia. “Oremos con corazón contrito con el mayor para que ahora, en el tiempo de la lluvia tardía, y los aguaceros de la gracia caigan sobre nosotros. ¡Amen!.

MARANATA

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