¡Ay de los hijos rebeldes
–oráculo de Yahveh –, para ejecutar planes, que no son míos, y
para hacer libaciones de alianza, mas no a mi aire, amontonando
pecado sobre pecado Isaías 30:1 (Biblia de jerusalén 1975).
Cuando leo este texto me hago la
siguiente pregunta: ¿A quien va dirigido esta advertencia? ¿Al
mundo? O ¿A los dirigentes de la iglesia de Dios?
Según el contesto en el momento histórico, se dirige a su pueblo, aquellos que querían unirse con Egipto para pelear con Senaquerib. Estos hombre se rebelaron contra Dios. En el otro lado de la moneda se refiere a los dirigentes de Israel, bien sea de antaño o los de hoy.
Satanás planea bien su astucia, para dirigir la mente de estos hombre, no en todos los casos. Pero el Espíritu Santo resta los tortuosos caminos del diablo de cualquier situación y garantiza la suma total de las abundantes bendiciones de Dios sin son fieles.
Los caminos de Dios son aveces tortuosos, pero todos van ha un fin determinado para su gloria. Hace días fui a una boda, cierta persona me pregunto por mi hijo y como le iba en trabajo en Francia. Le conteste, que los caminos de Dios son un misterio, y que el hombre no puede comprender.
Le dije: que había sufrido mucho por la causa de Dios, y que ahora Dios le recompenso por su fe en él. Se que Dios es grande y misericordioso y que el juzgara a los hombres que tuvieron el poder y hicieron mal las cosa en su iglesia.
Y agregue: E visto la misericordia de Dios, en mis hijos, y se que donde están serán una bendición para gloria de Dios. Se que Dios es grande y perdonador, y se que si uno se arrepiente de verdad el perdonara. ¿No perdono Dios a Pablo por esta implicado en la muerte de Esteban? Si.
El Espíritu Santo planea y nos capacita para activar los planes de Dios para nuestras vidas. Cuando nos rendimos a Dios, se coloca el fundamento para las futuras acciones y eventos que serían aquellas cosas que escogeríamos si pudiéramos ver el fin desde el principio.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros
el fin que esperáis” (Jer. 29:11).
Este fin esperado es el futuro planeado por Dios y la esperanza que se realizara mediante el Espíritu Santo cuando él libera a su pueblo de la cautividad del pecado por la sangre de Jesucristo.
Como dice Pablo: usted puede ser parte del eterno plan de Dios cuando es fortalecido con poder mediante el Espíritu Santo que mora en el interior. (Efe. 3:16.
[Os pido que oréis por mi.
Tegon una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga].
Según el contesto en el momento histórico, se dirige a su pueblo, aquellos que querían unirse con Egipto para pelear con Senaquerib. Estos hombre se rebelaron contra Dios. En el otro lado de la moneda se refiere a los dirigentes de Israel, bien sea de antaño o los de hoy.
Satanás planea bien su astucia, para dirigir la mente de estos hombre, no en todos los casos. Pero el Espíritu Santo resta los tortuosos caminos del diablo de cualquier situación y garantiza la suma total de las abundantes bendiciones de Dios sin son fieles.
Los caminos de Dios son aveces tortuosos, pero todos van ha un fin determinado para su gloria. Hace días fui a una boda, cierta persona me pregunto por mi hijo y como le iba en trabajo en Francia. Le conteste, que los caminos de Dios son un misterio, y que el hombre no puede comprender.
Le dije: que había sufrido mucho por la causa de Dios, y que ahora Dios le recompenso por su fe en él. Se que Dios es grande y misericordioso y que el juzgara a los hombres que tuvieron el poder y hicieron mal las cosa en su iglesia.
Y agregue: E visto la misericordia de Dios, en mis hijos, y se que donde están serán una bendición para gloria de Dios. Se que Dios es grande y perdonador, y se que si uno se arrepiente de verdad el perdonara. ¿No perdono Dios a Pablo por esta implicado en la muerte de Esteban? Si.
El Espíritu Santo planea y nos capacita para activar los planes de Dios para nuestras vidas. Cuando nos rendimos a Dios, se coloca el fundamento para las futuras acciones y eventos que serían aquellas cosas que escogeríamos si pudiéramos ver el fin desde el principio.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de
vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros
el fin que esperáis” (Jer. 29:11). Este fin esperado es el futuro planeado por Dios y la esperanza que se realizara mediante el Espíritu Santo cuando él libera a su pueblo de la cautividad del pecado por la sangre de Jesucristo.
Como dice Pablo: usted puede ser parte del eterno plan de Dios cuando es fortalecido con poder mediante el Espíritu Santo que mora en el interior. (Efe. 3:16.
[Os pido que oréis por mi.
Tegon una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga].
Maranata:
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