Hace años le ocurrió a un amigo
algo curioso. El presidente de una compañía le pidió que quería
hablar con el, pero tenía que ser en su casa.
Esto le causo gran alegría pero su entusiasmo se transformo en un gran temor.
Esto le causo gran alegría pero su entusiasmo se transformo en un gran temor.
Pensó
que su vestimenta no era la correcta, que su casa había que
pintarla, y que su vocabulario no era el correcto y ademas no estaba
a la altura del visitante. Pensaba que tenía que cambiar todos estos
conceptos.
Pensó que el presidente de está compañía estaría más
a gusto si se cambiaría todo esto. Le ruega que si puede ir en otra
fecha. Pero los meses se transforma en años, y el empieza a dudar si
tiene méritos suficiente para esta entrevista.
Llego a pensad que la
amistad sólo puede establecerse cuando estuviese listo para ella.
Este amigo arruino esta amistad que por sí misma lo habría hecho un
verdadero anfitrión. “Paso la siega, paso el verano, y “yo” no
he sido salvo”.
Al cristiano le pasa lo mismo “rompimos las
relaciones con Cristo”. La relación del pacto exige fe absoluta del parte del creyente.
Muchos cristianos mezclan las obras para
para justificarse y violan la parte del convenio, y de ese modo
Cristo queda librado de toda obligación con él.
La “obras”
realizadas para lograr la salvación de la fe. Pero con este proceder
estaban negando precisamente lo que Cristo había hechos por estos
cristianos y se habían despojado de los merito de Cristo.
No hay
duda de que estos cristianos si podían ganar la salvación, ¿para
qué necesitaban a Cristo? El Espíritu Santo no podía hacer nada
por ellos.
Pero la Biblia habla muy poco de lo que se requiere para producir un “divorcio espiritual”.
Pero la Biblia habla muy poco de lo que se requiere para producir un “divorcio espiritual”.
Jesús ha cortejado nuestro
afecto con tal diligencia, y nos ha ofrecido tal seguridad por su
unión con nosotros, que ve poco valor en ocuparse de cómo podría
morir tal relación.
Podemos tropezar en nuestro camino cristiano,
pero su relación es que perdonará “siete veces siete”. El
Espíritu Santo nos llevara devuelta a los brazos de Jesus.
Pero
Cristo no iniciara el divorcio. Pablo les dice a los Galatas: si
tomamos la amistad con Cristo sobre la base de nuestros propios
méritos, la relación queda arruinada, no porque Jesús se vuelva
contra nosotros, sino porque nunca abriremos la puerta para que El
entre.
Jesús esta junto a la puerta, llamando suavemente. Si lo
escuchamos con nuestro corazón, podemos oírle decirnos que desea
entrar, sin nuestros méritos.
Anhela la unión con el alma, no nuestra lista de acciones. Debemos preocuparnos de prepararnos para abrir la puerta y que de Cristo entre para habitarla.
MARANATA.
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tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS
LECTORES.
Notificación: Estimados lectores
de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que
abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les
pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues
recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me
recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras
oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios
me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la
gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que
Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea
sobre ustedes. Sal. 62: 7
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