sábado, 23 de diciembre de 2017

OYENDO AL ESPÍRITU


Y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primero; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos. Zacarías 7:12
En cierta ocasión un compañero de trabajo me dijo: “Tú eres muy terco”, cuando me negué a seguir un consejo suyo.
Algunos lo llaman terquedad, yo prefiero llamarlo determinación. 

No podía ver ningún problema, ¿de modo que por qué tendría que cambiar? Más tarde descubrir que aunque él no tenia toda la razón en lo que había dicho, yo también fui insensato al no haber escuchado el consejo de un amigo. 

Reflexionamos por un momento. Nuestro amigo el Espíritu Santo sabe cómo se siente alguien cuando ve que su consejo es ignorado. El siempre tiene razón, y amonesta y nos enseña movido por el amor. 

¿Pero escuchamos sus consejos? Cuando no lo hacemos, los problemas en los cuales luego nos encontramos vemos verdaderamente que las faltas son nuestras. 

Se les había advertido a Carmen y a Roberto que no se casasen. 

Ambos se habían casado dos veces antes y tenían serios problemas de personalidad por lo que ciertamente no eran compatibles en absoluto. El pastor de su iglesia había orado con ellos y razonando con ellos muy seriamente, pero las amonestaciones cayeron en saco roto. 

Ahora, unos años más tarde, todo estaba boca arriba, es decir, desquiciado, sus discusiones se habían vuelto más violentas y más seguidas. Cuando chocan corazones tan duros de discernimiento “como el diamante”, empieza a volar las chispas. 

Ambos habían llegado a las manos varias veces, y ella le tenía miedo. La situación se volvió tan inestable Carmen se divorcio de el. Por desgracia hay países donde esto de pegar a la mujer se ve normal. Sobre todo en los países árabes y rosos. 

Los hombre que hacen esto no son guiados por el Espíritu de Dios, son guiados por otro Espíritu. Hay una solución para estos casos, naturalmente si son creyentes cristianos, es dejar que el Espíritu Santo obre en ellos y que aya una verdadera conversión. 

En mi mente no concibo que un hijo de Dios pegue a su esposa, los hay pero en aquel día darán cuenta a Dios. Ezequiel nos habla de un corazón de carne convertido (Ezeq. 36:26-27). 

Esto significa comprender el Evangelio, arrepentirse sinceramente, arrodillarse los dos y experimentar el amor infinito de un Dios de amor y de perdón. 

Un corazón de carne será fuerte para la verdad pero suave y sumiso a la dirección del Espíritu Santo, quien guiara a través de sus corazones. En mi vida, e visto matrimonios rotos, que se decían ser cristianos, pero que realmente no lo eran. 

La oración en matrimonio es lo mas importante, y el pedirse perdón es esencial. Que Dios os bendiga. Amen. 

[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
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