jueves, 21 de diciembre de 2017

ESCLAVO PERO LIBRE.


Por último se presentó Daniel, llamado también Belsasar en honor a mi dios, y cuya vida está guiada por el espíritu del Dios santo. Daniel 4:Popular.
Cuando un hombre que se llama creyente, y no da un ejemplo de su fe, el tal deshonra a Dios y a los hombres. Nabucodonosor tenía razón. 

Daniel fue un hombre que dio evidencias dramáticas de que el Espíritu Santo estaba en él, como dijo Teodosio en su traducción griega de este pasaje, del siglo II de nuestra era. 

Aunque Daniel era un prisionero en una tierra extranjera, no estaba en un calabozo oscuro y cenagoso sino que estaba rodeado de riquezas y honores había mucha opulencia en el palacio del rey Nabucodonosor. 

Cierto es que muchas veces Satanás hace eso para confundir nuestras mentes y debilitar nuestra resistencia al mal. Los placeres del pecado pueden parecer confortables, excitantes y gratificadores. . .por un tiempo, y después viene la muerte súbita. 

Puede alimentar nuestro ego hasta que nos sintamos hombres y mujeres importante en nuestro trabajo. Nuestro dinero, nuestro buen aspecto, nuestro intelecto, nuestro ingenio, nuestra personalidad, nos hace popular, y nos deleitamos en ello hasta que el día de ajuste de cuentas nos muestra la verdadera condición en que estamos. 

Daniel no cometió el error de dejarse llevar por el lujo y el encanto de la corte de Nabucodonosor. Fue fiel a todos sus principios. Aun en el asunto de la comida del rey. Que esta era antes ofrecida a sus dioses paganos. 

Esta decisión de Daniel de hacer lo correcto inspiró la composición del desafiante himno de temperancia que enseñamos a los niños hace mucho tiempo, y que hoy se a olvidado: “A Daniel imitar: dalo a conocer; muéstrate resuelto y firme, aunque solo estés”. 

Afortunadamente, aparte de su experiencia en el foso de los leones, Daniel no estuvo solo, sino que fue bendecido con sus tres amigos que oraban con él. El Espíritu Santo guió a estos hombre a una experiencia de compañerismo en la oración mientras se enfrentaban a una serie de severas pruebas. 

Fue en esta forma como el Espíritu Santo pudo colocar un cerco de protección en torno a ellos, en un ambiente de gran belleza pero muy hostil. Vieron la gloria de Dios, en contraste con la gloria encimera de los hombres. 

Debemos de ser como Daniel. No debemos de bajar la guardia ante personas atractivas, ni empleos atractivos, ni sueldos muy altos, ni siquiera por un contracto comercial muy atrayente. 
El dinero no hace la felicidad, solo es un medio para sustentarnos. Todo eso es una recreación tentadora para alejarnos de Dios. Seamos fuertes en el Espíritu de Dios y en la oración. 
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
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