miércoles, 10 de enero de 2018

NO TENEMOPS EL MONOPOLIO DEL ESPÍRITU SANTO.


He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio. Mat. 12:18.
No requiere mucho tiempo reconocer la poderosa obra del Espíritu Santo en la vida y en el ministerio de Jesús. 

Según el Evangelista Mateo se cita por lo menos quince profecías de Isaías, o hace alguna referencia a ella, mostrando que Jesús ciertamente era el cumplimiento de la predicciones que fueron dadas concerniente a la Mesías. 

Sin embargo, el ministerio del Espíritu Santo no era sólo para Jesús. Aunque Jesús se movía enteramente en el Espíritu, no reclamó un monopolio del Espíritu Santo. 

Les confió a sus u la mayor parte de su obra en favor de los gentiles, como se menciona en esta 
profecía, los cuales estarían llenos del Espíritu desde el tiempo de pentecostes. 

Hace muchos años, en unas conferencias que se celebro en la ciudad de Zaragoza (España). El pastor Buil, tuvo las conferencias a su cargo. A lo largo de ese mes, todos notamos como trabajaba el Espíritu Santo sobre las personas. 

Y todos notamos como era dirigido el pastor Build. El Espíritu Sato estaba sobre el, en toda su exposición de Daniel y el apocalipsis. Dicho sea de pasa, eso ni se nombra. Hemos pasado a un estado de tibieza espiritual. 

Era tiempos donde el hombre colaboraba con él Espíritu Santo. Recuerdo que salieron en el llamado una cien personas, de las cuales sólo quedo yo, que yo sepa. El silencio lleno la sala durante esos 30 días. 

Este hombre misionero en Africa, y en Latino America. Él Espíritu Santo le uso para hacer el llamado, pero como digo en mi frase favorita; Dios no coacciona la conciencia del hombre. 

Muchos cristianos llenos del Espíritu Santo están haciendo la obra, y a traces de los siglos, nosotros podemos abrir hoy nuestras vidas al maravilloso monopolio del Espíritu Santo. En este ministerio no hay monotonía. 

Es la obra más excelente que puede hacer un cristiano. Recordemos a Hus, Jerónimo, y Lutero. 

Dos de ellos murieron por su fe en Cristo, a pesar de los sufrimientos el Espíritu Santo estaba con ellos.

Como su siervos y los amados de Dios, podemos encontrar gozo en nuestro ministerio y adoración, sabiendo que el señor está desarrollando sus planes proféticos para el mundo a través de ti y de mi. Somos una parte de la profecía tan seguramente como lo fue Jesús.

[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]

Maranata:





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