martes, 9 de enero de 2018

LOS ENEMIGOS DE DIOS Y DE SU PUEBLO.


¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros Mateo 23: 15
La evangelización es para la mayoría de los cristianos lo que la madre y la bandera son para la mayoría de la gente. 

El valor de la evangelización parece ser casi incuestionado. Muchos de los oradores son cuestionados por su mensajes de paz. Otros son más realista y más objetivos, llevando la verdad de las profecías de Daniel y Apocalipsis a su verdadero significado profético. 

¡Pero a pesar de todo no se encontrará a uno sólo que se oponga a ella! Porque hablaran a las personas acerca de Cristo y las invitara a entregar sus vidas a El, este debería ser el blanco de cada cristiano. 

“Alguien dijo que es la verdad” A lo largo de mi vida e conocido a predicadores muy convincentes, que sólo querían tener fama de grandes evangelistas, pero que sus hechos no lo demostraron. 

Este era el aparente blanco de estos escribas y fariseos a quienes Jesús reprendió con tanta firmeza. Ellos ansiaban intensamente ganar conversos, según vemos en el verso para hoy. 

Ellos querían ganar conversos, y recorrían océanos y tierra afín de ganar hombre y mujeres para su lista. Si nos apercibimos su mensaje era correcto, las ideas eran correctas pero su fines no lo eran. 

Hablaban contra la idolatría, las malas compañías y la indiferencia religiosa. Hoy esta pasando lo mismo, bien sea en America, en Asia, en Africa o en el Medio Oriente. 
 
Estos fariseos y escribas abogaban en favor de la observancia del Sábado, y eso es de ley. 

Sabemos por la historia que Roma papal la cambio esa ley. Los fariseos hacían hincapié en esto y en pagar los diezmos a Dios, y llevar una dieta saludable. Aunque Jesús mismo fue un evangelista, declaró que el trabajo de ellos era ineficaz. 

Era abiertamente destructivo. Sus conversos, en vez de e cerca de la salvación, se volvían doblemente propensos a perderse -aun cuando se habían unido a la “religión del Dios verdadero”. ¿Como podía ser esto? 

¿Cómo era posible que los que salían a ser seguidores del Dios verdadero en realidad terminaban fabricando enemigos de El? La respuesta puede tener mucho que nos atañe también a nosotros. 

El apóstol Pablo califica a su celo como “no conforme a ciencia” (Rom.10:2). Por ejemplo, eran impulsados por el celo a vigilar que nadie quebrantara el Sábado. 

Al servicio de esta meta, confeccionaron millares de detallados mandamientos, requerimientos y prohibiciones acerca de la observancia del Sábado. 

Pero en alguna parte de todo ese papeleo burocrático, perdieron al Señor del Sábado. Pero ellos mismo lo quebrantaban con sus hechos.

Se volvían guías de ciegos estaban orgullosos de que eran los guías de los ciegos gentiles. (Rom.2:19). 

Por lo tanto parecería que Jesús hubiera querido hacer resaltar este aspecto de su hipocresía. Nos puede pasar a nosotros también.  

[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]

Maranata:





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