sábado, 7 de marzo de 2015

CONSEJO PARA UN REY PRUDENTE


  Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirás para si en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendrá consigo, y leerá él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra”. Deut. 17:18 19.

Unas de las características que debían distinguir al gobernante de Israel debía ser su entera consagración a los preceptos divinos (ver. Jos. 8:32). Esta advertencia o consejo también se extiende a los gobernantes de este mundo, pero estos gobernantes se lo pasa por alto. Es por eso que hay tantos gobernantes y reyes que son corruptos.

Dios dio instrucciones específicas para quien llegara a ser escogido rey de Israel. Debía pertenecer al pueblo de Dios. No debía tener muchos caballos [ hoy diríamos no muchos coches de lujo], pues tenía que depender de Dios, (cosa que los gobernantes de este mundo no lo hacen). Se le prohibió ademas acumular para sí p lata, oro y mujeres.
Los gobernantes de este mundo lo hacen todo al revés.

En nuestro texto de hoy hallamos las indicaciones positivas. Las Sagradas Escrituras debía ser su guía todos los días e su vida. La observancia de los preceptos de Dios le daría en éxito
y largo reinado.

John Adams, segundo presidente de los Espatos Unidos escribió en su diario el 22 de febrero de 1756: “Supongamos que una nación, en alguna región distante, tomara la Biblia como su única norma, y cada miembro de ella regularse su conducta por los preceptos que se presenta en las Escrituras. . . ¡Qué Utopía que paraíso sería esa región!”

Necesitamos desesperadamente más Hilcías que descubran las Escrituras sepultadas bajo los diarios y las revistas, y que después, mediante su estudió, conozcan y comprendan la voluntad de Dios. Necesitamos más hombres como el rey Josías, que leyó “todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová”. (2º Rey. 32:2).
A ese descubrimiento le siguió una poderosa reforma. Josías habría limpiado la tierra de la idolatría que había en su pueblo si no hubiera sido por las Escrituras. En ellas ser basaba su autoridad, su poder, y sus motivaciones.

En el pueblo de Dios necesitamos muchos hombres como el rey Josías, no hombre corruptos, orgullosos, intolerantes, que se creen que por ser presidente ya se creen que pueden hacer todo lo que ellos quieran. Estas clase de personas al final de sus días, son castigadas por su mal proceder. Pero también hay que decir, que ha habido hombre que han amado la palabra y que ocupo en sus corazones el primer lugar.

Muchos de nuestros pioneros, se esforzaron para que el pueblo de Dios, estuvieran fuera de contaminación idolatra de este mundo. Pero por desgracia el mundo esta dentro de la iglesia, nuestras mujeres van como las del mundo, copian las cosas del mundo, nuestros jóvenes hacen lo mismo. No ponemos las Escrituras en primer lugar con oración y temor. 
No bañamos sus páginas con nuestras lagrimas, no sentimos la necesidad de que él Espíritu Santo nos trasforme a la semejanza de nuestro Salvador. Roguemos a Dios que ilumine nuestra mente y nos muestre la verdad. ¡Sigamos el ejemplo del rey Josías.!
Maranata
Oren por la vista de mi esposa.
Dedicada a mi esposa Susana.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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