miércoles, 11 de marzo de 2015

ALABEMOS A DIOS A MEDIA NOCHE.


A media noche me levante para alabarte. . . Pero a medianoche orando Pablo y Silas cantaban himnos a Dios Sal. 119:62; Hech.16: 15.

No existe momento inapropiado para dar gracias a Dios. Los versículos de hoy señalan a tres personajes: al autor de los Salmos. 

El Salmista da a entender que cuando no podía dormir, en vez de pensar en cosas vanas, y mientras que otros dormían plácidamente, y todo estaba en quietud, dedicaba las horas de la noche a la alabanza y la meditación. Lo cierto es que no sabemos las circunstancias y el problema del salmista, pero si sabemos que acudió a su Dios.

Los otros dos personajes eran Pablo y Silas, que en plena moche y en las más profundas mazmorras alababan a Dios con cánticos y alabanzas. En este caso si sabemos los motivos y las circunstancias. Estaban encarcelados por la Palabra.

Los firmes abito religiosos de estos dos grandes misioneros prevalecieron en las circunstancias más desanimadora en las que estaban pasando se aferraron al Señor a través del canto.
Después de haber sido azotados y con los pies en el cepo, la situación no era muy halagüeña. 

Sin embargo se aferraron en alabanzas a Dios. ¿Porque? No hay que ser muy sabio para entender de donde podía venir la salvación.
¡No es extraño que se produjera un terremoto y que se abrieran las puertas y las cadenas se desatasen.

Muchas personas almas desesperadas deprimidas están en la prisión de la tristeza y la desesperación, engullendo tranquilizantes, mientra piensan en su miserable condición. 

Si alaban a Dios por la mañana, al mediodía, a la noche y a medianoche, se rompería la cadena que lo sujetan al abismo del desaliento.

Gordon Green relata su experiencia estando bajo las privaciones cuando era niño. Se crio en una granja canadiense. La pobreza exigía que toda la familia trabajara duramente. Un día de acción de gracias, antes de la cena, estando la familia completa, con el padre al frente, realizo el tradicional recorrido por la granja, haciendo inventario de todas sus posesiones.

Redirigieron al sótano,donde había barriles de fragante manzanas, cajones de remolacha y zanahorias, guardadas en la arena. A continuación revisaron la montañas de Patatas (papas) y los estantes repleto de frascos de conservas. ¡La cena de acción de gracia fue un verdadero banquete.

Después llego la corriente eléctrica al año siguiente. El invierno de acción de gracia resulto doloroso para la familia. La comida fue pobre, y los niños, junto con su madre, lloraron y mucho. En medio de esta escena tan dolorosa, el padre fue a la buhardilla, tomo la lampara de keroseno, la encendió , la colocó en el centro de la mesa y apago las luces. 

Así recordaron días más felices, y finalmente la menguada cena, comenzó a parecer un verdadero banquete. El espíritu de acción gracias se posesionó nuevamente de sus corazones. La familia elevo sus cantos al Dios de los cielos, y esa noche fue el día más feliz de sus días. Dios pro vello para aquella noche el alimento necesario.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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