Por lo cual también
nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibisteis la
palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como
palabra de hombre, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la
cual actúa en vosotros los creyentes. 1º Timoteo 2:13.
El pastor J. R. S.
Cuenta una experiencia que tuvo con un paciente. Era un hombre muy
alto y corpulento, que era capataz y asistió a una conferencias que
el daba. Lo más maravilloso fue la conversión de este hombre, no
solamente Dios toco su corazón, sino que su influencia de esa
conversión toco el corazón de su familia y amigos.
Dice el Pastor:
Pocas veces ha visto el poder de Dios actuar con tanta rapidez y
eficacia en una persona. Su sincero arrepentimiento fue acompañado
por una profunda emoción. En varias ocasiones a visitarlo en su
casa, lloro amargamente por sus pecados pasados.
Aceptó y obedeció
el Evangelio eterno, “no como palabra de hombre, sino según es en
verdad, la palabra de Dios”. Os haya escogido. Cf Efe. 1:4, Col.
3:12, 1º de Tes. :4, 5:9. Pablo deja entrever en el texto. Que Dios
no elige arbitrariamente, se muestra por las palabras que siguen. La
elección depende de la manifestación de los escogidos.
Si desde el
principio. La evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por el
texto.”como primicias” Todos los hombre y mujeres que son
llamados por Dios, son las primicias del evangelio. El problema esta
en la persona si acepta o no la gracia salvadora.
¿Hasta que punto
puede transmitir una verdadera conversión? El pasto sigue
relatando las consecuencias de una conversión. El dice: Se me ha
cerco un hombre de poca estatura que asistió a la iglesia en el día
del bautismo del capataz. Con serenidad, me dijo: Pastor quiero
bautizarme el sábado que siguiente. Este hombre de poca estatura,
era la primera vez que asistía a la iglesia.
Después de hacerles
unas preguntas, dice el Pastor, me quedé más sorprendido. Este
hombre no sabia nada de la Biblia, nada, ni siquiera había oído
hablar de ella. No sabía quien era Jesús, y no sabía nada de los
Adventista, ni del sábado, ni de la segunda venida de Cristo y menos
del perdón .
Pero si savia lo que
había ocurrido a este hombre, ya que era su jefe. Este hombre me
contó la historia de su jefe, este hombre alto y fuerte, era el
hombre más malvado, rudo y de un carácter endemoniado, y que jamás
en su vida había conocido hombre tal malvado, maltrataba mal a sus
empleados.
“Pero cambio
cuando vino a estas conferencias y oyó hablar del amor de Jesús.
Siguió diciendo el hombre de baja estatura. Si su doctrina, y sus
creencias y su Dios pueden transformar a un hombre, de este carácter,
yo también deseo unirme a ustedes”.
Al poco tiempo este
hombre bajo a las aguas bautismales, y en el fondo de ellas,
sepultaron los dos al viejo hombre, y resucito el nuevo hombre. Creo
firmemente que muy pronto muchas personas conocerán a Cristo, y
bajaran a sumergir sus cuerpos bajo las aguas, para nacer de nuevo.
Recordemos siempre
que el poder de la iglesia es proporcional a la santificación de sus
miembros. Y nuestra santificación es proporcional al poder que
ejerce la Palabra en nuestras vidas. Nuestra vida puede ejercer una
influencia para salvación. o para la muerte eterna. Todo depende de
ti y de mi.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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