sábado, 17 de enero de 2015

EL HECHO CONSUMADO.


Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mando Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Juan 8:3-5.

No hay cosa más repugnante física, moralmente o intelectualmente, que haya personas busque apropósito hacer el mal a otra persona, por motivos egoístas.

En esta historia y muy conocida por la cristiandad. Los actores son los escribas y fariseos, (sea dicho de paso, de esto abunda muchos en nuestra mal llamada sociedad) y una mujer supuestamente engañada, que ha sido cogida en el mismo cato del adulterio y la llevan ante Jesús.

El cuadro de cinismo llega a rozar los limites del ser humano.
Los escribas y fariseos habían tramado un complot para entrapar a Jesús, a fin de asegurarse su condenación. Esto es una advertencia para el cristiano, afuera hay hombre con tales propósitos para entrampar a los hijos de Dios.
Tanto los fariseos y los escribas estaban seguros y convencidos de que su plan para atrapar al hijo de Dios sería una gran victoria, ya no para ellos, sino para el sanedrín. ¿Pero lo fue en realidad? ¡No! Como se dice en castellano, salieron con el rabo entre las piernas.

En realidad fue una victoria para Cristo y para cada pecador que llega a ser salvo. Si el pueblo de Israel no hubiese estado la bajo autoridad Romana, esa pobre mujer seria apedreada. Hay muy poca diferencia entre la actitud asesina de los millares espectadores del circo romano y los dirigentes religiosos.

La humillación a que se vieron sometidos posteriormente (ver verso 9) fue completamente merecida. La pregunta es evidente: ¿ acaso no sigue prevaleciendo ese mismo criterio entre los cristianos y no “cristianos” de hoy día?
Podemos examinar la actitud de una gran mayoría de esta humanidad que bien sea por sus ideas liberales o creencias religiosa, han violando el séptimo mandamiento.
Tú, pues, ¿qué dices? En griego, el pronombre “tú” resalta como enfático. Se puso a Jesus en conflicto con Moisés.

Por esa regla de tres ¿Tú, qué dices hermano? Cuando te enteras de que algún hermano a cometido adulterio? No ves que estas conflicto con Cristo. ¿Cual es tu pensamiento: De reconciliación o de retribución? ¿De aceptación o de condenación? ¿Se quebrantara tu corazón por el alma caída y deseas verla revindicada? ¿Deseas ayudarla o condenarla?

Ante el tribunal del cielo, tú eres tan pecador como el que ha cometido adulterio, si tu no sabes perdonar, como espera que te perdone Dios. El fariseo tiene tiempo para condenar, pero no tiene tiempo para perdonar. 
El que este libre de pecado, arroje la primera piedra. Creo que el verdadero cristiano que este convertido, jamás aceptara el pecado, pero hará todo lo que este a su alcance para ayudar a los pecadores, y más a los de la familia, con este acto de amor redimes al pecador y lo llevas ante los pies de Cristo.
Maranata
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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