miércoles, 31 de diciembre de 2014

LA DEPRESIÓN


¿Por que te abates oh alma mía, y te turbas dentro de mi? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío. Sal. 42:5.

¿Te has preguntado alguna vez si Dios hizo la hombre para que viviera sometido a las tensiones, presiones y aflicciones que se encuentra a diario en nuestro mundo? Si reconociéramos que estamos viviendo en circunstancias sumamente anormales, planificaríamos nuestra vida en forma diferente.

Lo notable es que no haya más gente en el mundo que parezca de este mal depresivo. Recuerdo que Lutero cuando estaba un poco deprimido y al borde de la desesperación decía a Melanchton: “Ven, Felipe, cantemos el salmo 46”.

El salmista se esta dirigiendo a si mismo “Oh alma mía”. El salmista estaba decaído, desanimado, y esto produce angustia desanimo por las cosas de esta vida. En cierta matutina puse lo que estaba pasando a mi amada esposa, sufría una depresión tal que no tenia ganas de comer.
Creo que nadie esta libre de ella, y menos en este siglo, unos porque no les llega para el fin de mes, otros porque no pueden pagar sus hipotecas etc. Unos lo superan, por qué Dios les ayuda por medios naturales, pero a la mínima caen.

Otros no llegan a eso, caen en el camino, todo depende el grado de intensidad que tengan. La depresión es un síntoma no una enfermedad. Este síntoma, puede depender de algunos factores, puede ser física, mental, o espiritual o una combinación de varios factores.
Hay cristianos que lo achacan a una crisis espiritual, esto no es cierto, puedes estar triste, desanimado, pero con la ayuda de Dios lo superas. El salmista trata el problema yendo a la fuente de la sabiduría, y busca refugio en Dios. Es un error buscar consuelo en un amigo o familiar, cuando nuestra única esperanza esta en Dios.

¿Por qué ciertas personas son más propensas a la depresión que otras? En primer lugar porque no hay dos personas iguales en todo, incluso en lo que se da en llamar fuerza vital. Por poner un ejemplo: Yo hace 35 años pase una depresión, llamada, “depresión temporal latente”

Yo sabía que me ocurría algo, pero no sabía que era. El doctor me dijo que buscara algo para mantener mi mente ocupada, así qué sin decirlo a nadie de mi familia, me encerré en mis libros y en la investigación profética de Daniel y Apocalipsis.

Pedí ayuda a mi Dios, día tras día, al cavo de un año, el sobrino de mi esposa, me invito a una expedición al desierto, y durante cuatro años de hacer expediciones él Señor me curo. Bajo mi pobre perspectiva, uno de los aspectos más hermosos es reconocer la bondad de Dios, y el amor infinito que tiene conmigo.
Sí creo, que Dios tiene un plan de salvación para ti y para mi, solo en saber que hay ese plan me llena de gozo y de felicidad.
Yo espero que todos los que creemos en la segunda Venida de Cristo, pueda ser un aliciente para el creyente. Los que aman al Señor y sufren, recibirán consuelo. Ciertamente el pasar se convertirá en gozo y en alegría, y el Dios de Abraham, secara las lágrimas de los que sufren por su causa. 
Maranata
Les agradezco que sigan orando por mi vista.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario