miércoles, 17 de diciembre de 2014

PEDIR, BUSCAR, Y LLAMAR.


Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá. Mat. 7:7,8.

Después de exponer los altos ideales del reino de los cielos (cap 5:21-7:6) Jesús dedica el resto de su sermón a los ciudadanos de su reino. Muchos interpreta mal estos versos. No comprenden que la oración no consiste en sacudir las puertas del Cielo para obtener beneficios personales o el éxito de los planes trazados.
Se trata, más bien, de dedicarnos a escudriñar la voluntad de Dios y a poner en práctica sus propósitos.

Cuando una persona, con honradez y determinación pide, busca y llama, hacer la voluntad de Dios se va manifestar la gracia ante esa persona. Cristo reconoce la imposibilidad de que los pecadores por sí mismos puedan obtener un cambio en sus vidas y en sus ideas.

Cierto es, que al final el hombre sincero con Dios, reconoce que los caminos de Dios para nosotros son los mejores. Para muchos hombres, quieren una respuesta rápida, hay un proverbio que dice: contra más rápido quiero ir, más lento voy.

Un Sábado 13 de agosto de 1831 en USA, por la mañana, un agricultor temeroso de Dios, llamado Guillermo Miller, que hacia tiempo que estudiaba intensamente las Escrituras desde hacía años, y había llegado en su investigación a la conclusión inconmovible, basándose en la profecía de los 2300 días y años, que se estaba por producir el regreso de Cristo, se levanto de su escritorio movido por una firme convicción.

En su mente se repetía: “Ve a decírselo al mundo” en su corazón había gran goza y un temor reverente, resonaba en sus oídos. Pero en su mente le decía: “Soy muy mayor y viejo; no se hablar y menos dirigirme a la gente. Nunca aprenderé a hacerlo”. Pero la voz de la convicción insistía , y entonces el poniéndose de rodillas dijo: Señor si me abres el camino, iría a predicar el mensaje que me as hecho comprender acerca de tu venida.

Miller recibió una invitación para poder hablar del tema que había investigado, la venida del Señor.Predico en la iglesia Bautista y obtuvo sus credenciales para hablar en el púlpito. Miller oró para conocer cual era la voluntad de Dios para recibir fuerzas al fin de obedecer a Dios.

Este hombre dedico el resto de su vida, predico más de cuatro mil sermones, un promedio de 445 al año. 

Fue un hombre de Dios, como lo a habido a lo largo de la historia del pueblo de Dios. Hombre que han sido leales a Dios como la brújula al polo Norte.

Tú puedes ser un hombre de este talante, no importa tu estatura intelectual o física, Dios llama a hombres y a mujeres que sean sinceros de corazón y que estén dispuestos a darlo todo por amor a él.  
MARANATA.
Sigan orando por mi vista.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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