domingo, 11 de julio de 2021

PAGA TUS VOTOS.

Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo. Salmo 50:14.

Este es un salmo en que menos pensamos los cristianos. Queremos que Dios nos ayude en todo nuestros problemas, y en este sentido somos el ser humano muy egoístas. 

Cuando Israel salió de Egipto y se le dio la ley en el Sinaí, también el pueblo recibió el Santuario y los ritos que debían de hacer. Este Santuario era un reflejo del celestial. 

Y todo prefiguraba el sacrificio de Cristo. El hombre debía de hacer unos rituales de sacrificio, ya que ello representaba la muerte de Cristo. 

Para Dios no era aceptable el simple sacrificio o ofrenda, Ya que era solo un símbolo, Dios quería una transformación del carácter de su pueblo. 

Por otra parte sólo podría aceptarse el sacrificio proveniente de un corazón lleno de gratitud. Por otra parte, tenemos los votos. 

Cuando se hace un voto a Dios, hay que pensarlo, detenidamente, no hacer un voto a la ligera. Es ha Dios a quien nos estamos dirigiendo, y al que hacemos la promesa. 

David tenía muy en cuenta cuando hacía un voto. Por otra parte Dios sólo acepta a quienes le obedece llenos de contrición, amor, gratitud, y devoción. 

Uno de los ejemplos de los tantos que hay en la biblia, es el de Esaú cuando volvió después de una jornada de caja. 

Imaginaros que estáis en una gira fotográfica, estáis cansados, sedientos, y ves a un amigo haciendo un exquisito zancocho con de verduras, y le pides un plato lleno y rebosante, a cambio le das todas tus fotos. 

Ese rollo de fotos, están las mejores fotos de tu vida, las cuales te darían una buena ganancia, vas y las desprecia. 

Esaú despreció lo más sagrado para el hombre, la primogenitura y todas las bendiciones que conlleva.

 Cuando hacemos un voto de fidelidad a Dios debemos de cumplir nuestro voto. 

Muchos hacemos votos que después no cumplimos, los votos sea cual sea son sagrados y se debe de mantener. 

Somos humanos, y fallamos, pero eso no es escusa para mantener nuestros votos, bien sea con Dios o en nuestro matrimonio. Salomón comprendió esto muy bien en su vida. 

Cuando hacemos esto bien, tenemos las bendiciones de Dios. El voto fiel de muchos hombres bíblicos, les llevaron a tener grandes bendiciones en su vida. 

Somos llamados para ser buenos cristianos y dar ejemplo al mundo, de nuestra lealtad a Dios. Tanto las peticiones como las alabanzas y las promesas, son parte de nuestra confianza en Dios.

MARANATA.

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