Tenemos toda una vida para aprender de nuestros errores, hasta que sea está truncada por su propio destino. En la vida también hay cosas que no poseen ningún valor , pues todo es pasajero.
Pero muchos quieren encontrar algo que llene su vida, su orgullo y su vanidad. Esto le paso al rey de Egipto a lo largo de su historia.
Pero nuestro texto va más allá de lo simple materialismo y humano. El pueblo de Dios tenía las miras en el Rey de Reyes. Exo 15:18; Jehová reinará eternamente y para siempre.
Y vemos como Dios despliega su gran poder en el mar Rojo vemos como los ejércitos del Faraón fueron consumidos por las aguas del mar.
El camino de la liberación del pueblo de Dios se convirtió en camino de muerte para los ejércitos del faraón. Nunca el cristiano debe de olvidar la protección de Dios para su pueblo a lo largo de la historia.
El pueblo de Dios durante su peregrinaje a la ciudad de Dios, a pasado por diversas pruebas a lo largo de su vida.
Pero durante las pruebas de los últimos días, el pueblo de Dios se consolará con la seguridad de que Cristo pronto vendrá.
No sabemos el día, ni la hora, pero si sabemos, el acontecimiento que dará a la venida de nuestro Señor.
El pueblo de Dios se encuentra en este momento en Apoc. 14:7, pregonando “Temed a Dios, y darle gloria” El verso (ver 8) está por venir.
El pueblo de Dios debe de dar la noticia a un mundo que se pierde y no sabe porque. Así como como ocurrió cuando Jerusalén fue sitiada por el ejército de Senaquerib, y fue librada así se repetirá la liberación del pueblo de Dios.
Todos los que han hecho su voluntad, y han sido fieles, verán al Rey de Gloria. Moisés vio la gloria de Dios, y se gozó, Abraham caminó con Dios, y se gozó en su Señor.
Es imposible entender a Dios, si no entendemos la Biblia, ella revela la belleza y el amor infinito de la Deidad.
En ellas se encuentra la salvación del hombre y mujeres. Comprenderlas es nuestro primer deber como cristianos.
Hemos de desarrollar síntomas de fe profunda y un corazón convertido.
Pensemos en la Tierra Nueva, donde no habrá invasores, una tierra fértil y hermosa renovada: “el río” y las “corrientes” que “alegran la ciudad de Dios” (Sal.46:4).
Todo para los que por la fe crean en un Rey de Gloria y con tierno amor.
MARANATA.
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Notificación: Estimados lectores: este blog se puede ver a través de https://s. Les pido que oren por este proyecto. Sal 62:7.
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