viernes, 4 de enero de 2019

EL AMOR DE CRISTO EN NOSOTROS

Así que, al contrario, vosotros más bien debierais perdonarle y consolarle, para que el tal no sea consumido de demasiada tristeza. 2º Cor.2:7.
Cuando uno va aser operado el medico le dice: ¿no se preocupe confié en mi, esta en buenas manos? Uno se tranquiliza, pero la procesión va por dentro. 

Después que el cirujano hace la incisión y cumple con su deber, sutura la herida y procura que el paciente recobre la salud. 

En las cartas de Pablo a sus amigos de Corintios, lo vemos “caminar varia veces con ellos” durante barias etapas de su crecimiento espiritual. 

Las etapas de las experiencias de Pablo la conocemos todas desde que Dios le toco el corazón hasta su muerte. Como muchos creyentes que han pasado de la muerte del pecado a resurrección de vida eterna. 

El pecador de Corintio se había visto privado del compañerismo cristiano de la mayoría de los miembros de iglesia; pero una vez que se arrepintió, las aguas volvieron a su cauce normal. 

Si hubiese habido una represaría disciplinaria hubiera sido contraproducente para los cristianos. 

El amor cubre multitud de pecados. Esto me recuerda a mi iglesia, se marcharon muchos de la iglesia, mucho de ellos con grandes dones, que pudieron servir a Dios. 

Hace dos meses vinieron un matrimonio con su hijo, y toda la iglesia los acogió con tierno amor, sabiendo que sólo Dios es el que juzga. 

Al igual que nosotros estamos preocupados por estas almas, Pablo también lo estaba por las almas de Corintio. Pablo nos aconseja que los miembros de iglesia no deberían manifestar rechazo por los hermanos caídos en el pecado por un periodo prolongado. 

El amor y la misericordia debe reinar en la iglesia. El pecado debe de ser reprendido, los hermanos de Corintios estaban ansiosos de ser obedientes y temerosos en el Señor. 

El Espíritu Santo había hecho su labor en ellos, y les encauzo por el sendero de justicia que lleva a Dios. 

En el conflicto con los agentes del mal hay momentos decisivos que determinan la victoria, ya sea del lado de Dios o del lado del príncipe de este mundo. 

Si los que está empeñados en la lucha no están bien despiertos, ni son fervientes, ni vigilantes, ni oran por sabiduría, ni velan en oración,. . . 

Satanás resulta vencedor, cuando podía haber sido derrotado por los ejércitos del señor. . .

Los fieles centinelas de Dios no deben dar ninguna ventaja a los poderes del mal. 

Verdad es que tenemos enemigos invisibles a los cuales hacer frente; hombres malignos son instrumentos mediante los cuales obra los poderes de las tinieblas. 

Pero son más los que estan con notros que con ellos. ¡Gracia Dios mio! Por la gran protección que tienen tus hijos. 
MARANATA.
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