jueves, 17 de enero de 2019

DIOS NOS CAPACITA.

Y por todos murió, para los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos. 2º Cor.5:1
Pablo nos esta dirigiendo a los que ya estamos bautizados por la muerte de Jesús (Rom. 6:3).Y se han comprometido ha vivir “una vida nueva” para el Señor. 

Nuestra deuda ha sido cancelada y está justificado ante Dios, y nos capacita por la gracia divina para vivir una vida aceptable ante Dios, aquí y ahora y por supuesto por toda la eternidad. 

Pero el cristiano del siglo XXI tenemos que reorientarnos para dedicar nuestra vida a Dios. La nueva vida da testimonio del poder transformador del Espíritu Santo. 

Los más cálidos sentimientos del corazón y las mejores energías se dan a Cristo tanto en las cosas pequeñas de tu vida como en las grandes. Pero la mundanalidad ha entrado en su iglesia, al igual que paso en el pueblo de Dios cuando salio de Egipto. 

El problema es la gente mista, la que no esta convertida, que sólo tiene una apariencia de cristianismo o de piedad. El corazón debe de estar abierto para recibir el gran don de Dios el cual es el Espíritu Santo. 
Mientras el corazón esté cerrado para impedir su entrada, no puede haber una renovación interior.

Todo es permitido y así la iglesia se llena de personas no convertidas que hacen daño a la iglesia. 

Una conversión genuina cambia las tendencias al mal hereditario y cultivado. La religión de Dios es una trama firme, compuesta de innumerables hebras, y entretejida con tacto y habilidad. La sabiduría que proviene de Dio)s es lo único que puede hacer completa esta trama. 

La vida renovada produce los frutos del Espíritu Santo (Gal.5:22-23) y refleja el deleite del alma en hacer la voluntad de Dios (Sal. 1:2; 119:9imo7). El amor a Dios y al prójimo se convierte en el motivo dominante de la vida, y la gloria de Dios es el fin de todo pensamiento y de toda acción. 

 Una Hay muchas clases de telas que a primera vista tiene una magnifica apariencia,pero no pueden pasar la prueba. En unos de mi viales al desierto, en el bazar se vendía todas clase de pañuelos toare. 

Todos eran muy hermosos y grandes, pero mi amigo Abraham me escogió uno azul de lino puro. 

Cuantas gracia le tengo que dar, el escogió el mejor, ligero y la arena del desierto no penetraba en el pañuelo, pero muchos otros pañuelos se le va el color y enseguida se hecha a perder. 

Así pasa con el cristiano semi convertidos, no es frio ni caliente, va a la moda del siglo. 

No soporta la piedra de toque del Espíritu Santo. Todos todos tenemos que morir más al mundo y reflejar más el carácter de Jesús.obtener la dirección que necesito. Amen.
MARANATA.
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