Vivimos en una sociedad de
mentiras y de falsos testimonios, todos miente a todos. Es una rueda
que gira y sigue girando . Este mandamiento es tan frágil, que se
lleva en la punta de la lengua.
Es como una carroza que siempre esta
mojada, y nunca se sacia. En la antigua Roma los falsos testimonios
se le imponía una multa, y perdía sus derechos civiles. La ley
romana contenía una ley llamada, ley de las Doce Tablas.
Esta ley
condenaba el perjurio y eran arrojados cabeza abajo desde la roca
Tarpeya. En Egipto era la amputación de la nariz y las orejas. Así
estaba las cosas en el mundo antiguo.
¿Pero que ocurre en nuestra sociedad del siglo XXI? El decálogo es y claro conciso,con frecuencia es violada hablando mal de otra persona.
¿Pero que ocurre en nuestra sociedad del siglo XXI? El decálogo es y claro conciso,con frecuencia es violada hablando mal de otra persona.
Aun en el mundo
religioso, se viola este principio. Hay iglesias que tuercen la
palabra de Dios a su antojo, tuercen los testo bíblicos, o cogen
media parte de uno y otra media parte del otro para aprobar el
casamiento entre sesos iguales.
Esto es una violación del la ley de
Dios. Este mandamiento también puede ser quebrantado por los que se
quedan en silencio cuando oyen que un inocente es llevado a la cárcel
y tal vez al patíbulo.
El espíritu Santo no esta actuando en esa
persona, el Señor dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no
miente; y fue su Salvador. (Isa.63:8). Se
miente por simple conveniencia social porque facilita la interacción.
Las mujeres mienten para que otros se sientan mejor (“Estaba
exquisita la cena”). Los hombres mienten para mejorar su imagen
(“yo era el mejor de la clase”, “mis suegros son
maravillosos”), para mantener su vanidad, para darse importancia u
ocultar algo.
Mentimos para ocultar nuestros fracasos. Esto es el
reflejo de una sociedad que va a la decadencia moral. El problema
se contempla cuando los ministros mienten a sus iglesias, bien
ocultándoles hechos acaecidos hace poco por su mala gestión o com
comprar algo grandioso y dando una cifra de compra mas barata.
Esto
ante los ojos de Dios es dar un falso testimonio de la verdad. El
Espíritu Santo no esta en esos dirigentes, porque distorsiona la
verdad del evangelio.
Cualquiera que desfigura, de cualquier manera, la verdad exacta para obtener una ventaja personal o por cualquier otro motivo es culpable de dar “Falso testimonio”.
Cualquiera que desfigura, de cualquier manera, la verdad exacta para obtener una ventaja personal o por cualquier otro motivo es culpable de dar “Falso testimonio”.
La supresión
de la verdad que podría perjudicarnos o perjudicar a otros, también
significa “falso testimonio”. La iglesia de Laodicea, hoy por hoy
miente, y esto es un hecho constatado.
MARANATA.
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