lunes, 31 de diciembre de 2018

EL GOZO DE DIOS


Tú distes alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaban su grano y su mosto. Sal. 4:7.
El salmista nos da una pequeña ilustración de su confianza en Dios. En la “Oración Vespertina” al contemplar el ocaso repasa sus hecho, examina su conducta de lo que ha hecho mal y bien. 

Y comprueba que esas dificultades del día, han sido resueltas gracias a la misericordia de Dios y se siente satisfecho. La confianza puesta en Dios hace que su alma este tranquila. 

 Una sensación de paz y tranquilidad se apoderaba de él, El Espíritu Santo era quien le daba esa paz que tanto necesitaba.El salmista se da cuenta de que, de que Dios ha sido su apoyo en las horas de angustia y con fe inquebrantable sabe que lo guardara en la noche. 

Que lección tenemos en este testo, para los cristianos temerosos de lo que puede pasar en nuestra vida. 

La alegría y la tranquilidad y la felicidad que le embarga no son basadas a las posesiones mundanas, sino de lo que se adelanta en el verso 6, la cual proviene del gozo y del favor de Dios. 

Esta alegría es dada por Dios a sus hijos cuando hay una relación estrecha con Él. Es mayor que la alegría de un agricultor que ve como Dios le ha bendecido, y sus cosechas son hermosas y cuantiosas. 

Entre los hebreos, como también entre la mayoría de los agricultores, la época de la cosecha era una ocasión de gozo y de gran jubilo. Hay una promesa que nos dará a entender como se sitia el Salmista: “Necesitamos confiar en Jesús diariamente, a cada hora. 

Nos ha prometido que según sea el día, será nuestra fuerza.Por su gracia podremos soportar todas las cargas del momento presente y cumplir sus deberes” (2º JT p. 59). 

Había una conexión intima entre el Salmista y Dios, una profesión de fe hace resaltar todos los valores que Dios te ha concedido. 

El cristiano se tiene que identificar cada momento de su vida para que su testimonio de gloria a Dios. Son muchas las maneras en que Dios procura dársenos a conocer y ponernos en comunión con El. 

El corazón que este preparado quedará impresionado por el amor y la gloria de Dios según nos revela la obra de sus manos. 

Hoy la tierra se esta muriendo, el universo se conmueve y el hombre se queda pasivo ante tanto espectáculo. 

El salmista sabía que la naturaleza y el universo hablaba de la grandeza de Dios, y su alma estaba tranquila esperando el día siguiente. ¿Que espera hoy el cristiano? 

Todos los hijos de Dios esperan el gran acontecimiento de la historia, la gloriosa venida de Cristo. Pero para que esto suceda, mi testimonio debe ser impecable, como el de Cristo. Así estaremos reposando trabajando por las almas hasta que El venga.
MARANATA.
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