LA REALIDAD DEL PECADO.

Si el justo con dificultad es salvo; ¿en dónde aparecerá el impio y el pecador? 1º Per. 4:18.

una de las cosas que el cristiano debe tener en cuenta es su propia salvación, ya que esta es individual y intransferible. El hombre no ha tenido temor de Dios, aunque siempre hay acepciones. 

Está referencia que hace el apóstol de que “no hay temor” es en esencia es el fruto de la cobardía (Rom.8:15) y no al deseable “temor del Señor” que poseen todos los creyentes (Hech. 9:31, 2º Cor.5:11; 7:1). 

Todos sabemos que el temor es lo opuesto a la “confianza” (1º Jun. 4:17), por supuesto el temor debe estar alejado de la mente del cristiano.

Como dice A. E. Brooke al comentar este verso: “El temor que esencialmente es egocéntrico, no tienen lugar el amor, que en su perfección implica una entrega completa al yo. Luego los dos no pueden existir juntos. 

Todos nosotros la conocemos. Vive con temor de cometer un error por el cual Dios les negara la vida eterna. 

Constantemente cuidando sus vestidos y el modelo que se va aponer, y pasa las horas leyendo las etiquetas del supermercado. 

Su biblioteca esta llena de libros de amonestaciones, su alacenas reflejan una cuidadosa esterilidad, y duerme como si estuviera en la celda de la muerte y se le hubiera concedido transitoriamente la suspensión de la ejecución. 

Sin embargo, dice que Dios los ama. El Espíritu Santo no puede hacer nada, pero todavía hay una esperanza. ¡Pedro no dice que es difícil alcanzar la salvación! El se refiere a la actitud de algunos creyentes que actúan si así fuera. 

Si leemos el ver, 12 nos dice: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese”. 

No olvidemos que estos hermanos en la fe, pasaron las peores pruebas de la persecución y muchos fueron devorados por los leones en los circos de Roma. El Espíritu Santo les dio la fuerza y la fe para resistir las pruebas. 

Al igual que nosotros, cuando vengan las pruebas y las dificultades Dios estará a nuestro lado. El consejo de Pedro es que debemos encomendarnos “al fiel Creador” y continuando haciendo “el bien” (ver. 19). 

No hemos de flaquear ante la pruebas de esta vida. Podemos aprender a través del dolor realidades divinas del amor por lo que paso nuestro Salvador. 

Cada victoria, es una espina que quitamos de la corona de Jesús.

Tenemos la firme decisión de no permitir que nuestra relación con el Padre luzca tan pobre y débil que lleguemos a aparta del camino a los que todavía no conocen a Dios.

MARANATA.

http://meditacionesmatinales.blogspot.com

http://lecciones-biblicas.blogspot.com

http://judaislacris.blogspot.com

http://historiaybiblia.blogspot.com

http://segunda venida apocalíptica

http://viajes a través del tiempo y del espacio