sábado, 4 de abril de 2015

"TODO OJO LO VERA"


He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentaciones por él. Apoc. 1:7

Juan después de terminar su discurso en el verso 6, entra de lleno al tema principal, la venida de Cristo. Esta es la meta hacia la cual se mueve todo lo demás. Es significativo que Juan use el tiempo presente, “que viene”, con lo cual destaca la certeza del acontecimiento y su inminencia.

Conocemos muy bien este testo Pero, ¿creemos en que sus palabras se cumplirán? Hoy día 2 del año 2015 d.C. El mundo sigue lleno de vida. Continua la rutina, trabajo casa trabajo, niños que nacen y que mueren, labios que ríen y ojos que lloran.
Todavía compramos, vendemos, construimos. La vida no ha cambiado.

Pero en la realidad si ha cambiado desde el 11 de septiembre del 2001, y el 11 de Marzo del 2004. Estos dos atentados en los Estados Unidos y en España, cambiaron los acontecimientos en la historia del hombre. 

Algunas almas se preguntan: ¿Cuando cruzaremos el Jordan? El Israel antiguo paso por el desierto, el Israel espiritual está pasando por el desierto de las naciones. ¿Cuando veremos a Jesús? Esta es la gran pregunta. Por desgracia ha habido predicadores que han puesto fecha, y todas han fracasado. La hora y el día no lo sabe nadie, solamente Dios.

Nuestro mundo se esta desintegrando, hay más violencia entre la juventud, existe una decadencia moral tremenda, hay una inseguridad en el mundo; y lo que es peor, las naciones se están airando y el fundamentalismo va a más. Este mundo se va desintegrando como si miles de bombas atómicas hubiese caído en la tierra.

Cristo quedó desfigurado más que el de todos los hijos de los hombre, así también esta quedando mutilada la vieja tierra. Este sera el Getsemaní, en el cual sera conducido hasta su agonía y finamente a sus crucifixión, y el fuego consumador después del milenio acabara con su vida.

En esta escena final de su vida, abra dos clase de personas, no hay termino medio. 

El grupo más numeroso pedirá misericordia y rogará que los montes y las peñas caigan sobre ellos y los oculten. Otro grupo numeroso volverá su vista hacía el cielo para contemplar la venida del Hijo del Hombre. Este pueblo que han pasado por el desierto de las naciones, han obtenido la victoria. Verán a la distancia una nubecita hacia la constelación de Orión del tamaño de la palma de una mano.

El ejercito de ángeles escoltan al Señor de los ejércitos y se irán acercando a la tierra. Los mismos ángeles que cantaron sobre las colinas de Belén para anunciar la primera venida de Cristo encabezarán el majestuoso séquito.

Todo ojo lo verá aun los que le traspasaron, serán resucitados para ver que Jesús era el Mesías prometido, verán su venida en gloria (Daniel 12:2). ¡Oh, qué sentimiento embargara al pueblo de Dios! Es imposible describir ese espectáculo y la emoción que su vista despertará en nosotros. 

 Pero lo más importante es estar preparados para encontrarnos con nuestro Jesús, tener perdonados nuestros pecados y nuestra vida amoldada a su voluntad. Ya que solo nos llevaremos nuestro carácter.
Sea la venida de Cristo tu más caro anhelo en este día y en todos los días de tu vida. El vendrá, de eso no hay ninguna duda. ¡Cuán glorioso será ese día cuando podamos reunirnos con él en las nubes de los cielos. Amen, así sea. Ven Señor Jesús.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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