jueves, 16 de abril de 2015

TESTIGOS PRESENCIALES DE SU MAJESTAD.


Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. 2º de Pedro. 1:16.

Los apóstoles fueron testigos de primera mano de lo que vieron y vivieron con Jesús. El poder y la venida. El texto griego s indica que ambos se refieren al mismo acontecimiento. Pedro había sido testigo de los milagros hechos por Cristo, y contempló el milagro de la transfiguración -representación del diminuto reino de gloria. (DTG. 390).

En este texto más bien se refiere a la manifestación del poder divino que acompañará a la segunda venida de Cristo, y de lo cual la transfiguración fue una promesa o un anticipo. Esta intepretación se apoya en el indiscutible hecho de que dúnamis, “poder”, tiene el articulo definido, mientras que parousía, “venida”, no lo lleva. En Mat 24:3 

La pregunta es directa, ¿Cuando serán stas cosas, y que señales habrá de tu venida, y del fin del mundo? Pablo había advertido de las fábulas que los paganos habían introducido falsas ideas por los falsos maestros, en la iglesia. (cap.2 cf.1 Tim. 1:4; 4:7; 2 Tim. 2:18; Tito 1:14). Con nuestros propios ojos. El hecho de que fueron testigos les daba sentido a su predicación.

Nosotros en nuestra vida cotidiana también hemos visto las grandes cosas que Dios ha hecho por nosotros. Muchos han sido curados de grandes enfermedades, de la vista, de dolencia y incluso de cáncer. Hemos predicado su palabra con poder y gloria y hemos visto sus frutos, nos hemos gozado de su perdón.

Y estamos presenciando y viviendo los grandes acontecimientos de su venida. Las naciones están airadas, los vientos religiosos se están acumulando para dar su definitivo golpe. 

Vemos que el pueblo esta sufriendo las calamidades de su mal proceder.
El cielo esta reservado solo para los valientes y fieles, no hay cabida para los infieles.

En la gloriosa Tierra Nueva veremos cara a cara, con nuestros ángeles guardianes, que a lo largo de nuestra vida nos han cuidado, a pesar de nuestras caídas. Se que no hay palabras para expresar que pronto va acontecer. Mientras esperamos tal dichos día, estudiemos las profecías de Daniel y apocalipsis con dedicación y con temblor y oración.

No hay libro en el mundo que describa los hechos desde Adan hasta la venida de Nuestro Salvador Jesucristo que la Biblia, esta esta por encima de todos los libros del mundo.
En ella vemos el detalle de los hechos y grandeza de Dios. 

Es el principio de la morada de Dios en la tierra y nos podemos gozar en esa atmósfera para más tarde deleitándonos en el cielo. Os invito a estudiar con diligencia a Daniel y a Juan. 

Orar los unos por los otros, con amor fraternal, que la paz de Nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amen.

Promesa: “Cuando creamos realmente que Dios nos ama y quiere ayudarnos, dejaremos de acongojarnos por el futuro. Confiaremos en Dios, así como un niño confía en un padre amante. Entonces desaparecerán todos nuestros tormentos y dificultades; porque nuestra voluntad quedará absorbida por la voluntad de Dios” (P.U. p. 85).
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.

Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.

http:// segunda venida apocalíptica

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