miércoles, 8 de abril de 2015

LA RESURRECCIÓN


Cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Hechos 17:32.


Los hechos que se narra en este verso acontecieron en el Areópago en Atenas, ante un auditorio formados filósofos epicúreos y estoicos. Se le presento una invitación para exponer sus ideas que el enseñaba a lo largo de su ministerio. 

El apóstol se refirió a un Dios al que ellos no conocían, pero que en el panteón de los dioses había uno que decía: “ al dios desconocido”.

Cuando menciono que Dios era el creador del Universo, y que había resucitado de entre los muertos. Esta palabras les parecieron algo increíble a los epicúreos y a los estoicos, y generalmente a los saduceos ( Hech.23:8; 26:8; 1º Cor. 15:35).
El mundo de entonces, como el de ahora, estaba preparado para creer en la inmortalidad del alma pero no estaban dispuesto a aceptar la doctrina de la resurrección. 

Hay personas que creen el que es difícil dar testimonio de Cristo en nuestros días. Pero en aquella época era aun más difícil, había más intolerancia, porque la religión dominante era la griega y la romana.

Predicar a un Mesías crucificado y resucitado y que ascendió a los cielos era más que complicado. Para los hombres de aquella época, decir que había una vida futura después de la muerte, era una insensatez. Si los saduceos, entre los cuales fueron elegidos muchos sumos sacerdotes, negaban la resurrección, y la vida eterna ¿que más se podía pedir a tales hombres? Y que se podía pedir a los intelectuales atenienses que eran paganos?

Pablo les presento la garantía de la resurrección de Jesús y la intención de Dios de una salvación gratuita para la humanidad. Pablo creo humildemente que apelo a lo más profundo de su corazón, al decir que Cristo sería el que iba a juzgar al mundo con justicia. 

El problema fue que no se puede predicar la palabra a unos hombres llenos de vanidad intelectual. Pablo comprendió esto, es por eso que más tarde escribió a los Corintios: -no saber entre ellos “cosa alguna sino a Jesucristo y a éste crucificado”. (1º Cor. 2:2).

Hoy día tenemos los mismos problemas, hay hombre de ciencia, astrónomos, físicos, matemáticos, historiadores, que todo lo relacionado con la resurrección es una locura, más aun cuando se le habla de la creación del hombre o de la creación del universo, es una locura para ellos.

Cierto es que hoy día tenemos una tendencia a ser ridiculizados delante de los demás. Debemos compartir nuestra fe, lo que creemos, lo que sabemos del amor de Cristo, y que verdaderamente el vendrá por segunda vez. Pero jamás debemos de provocar a los demás, sino como dice Pablo se sumisos predicando la palabra, con amor y temblor.
Debemos tener como los apóstoles una profunda fe en nuestro Señor Jesucristo y en su venida, que a la sazón esta más cerca de lo que pensamos. 

No olvidemos, que la gran controversia entre Cristo y Satanás esta a punto de terminar, durante seis mile el a dominado este mundo, pero su tiempo se esta acercando. Esto para los hombres de este siglo es locura, pero para nosotros es salvación.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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