Esperando aquella
esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios
y Salvador nuestro Jesucristo. Tito. 2:13.
Al comenzar la
segunda guerra mundial, el general Mac Arthur y su familia se
encontraba en la isla Corregidor que guardaba la bahía de Manila.
Cuando la situación se tornó desesperada, se le ordenó a
MacArthur trasladase a Australia.
El general escribió la siguiente
lineas en un sobre: “El presidente de los Estados Unidos me ha
ordenado interrumpir a través de las lineas enemigas Japonesas y
marchar de Corregidor a Australia con el propósito, según yo lo
entiendo, de organizar la ofensiva norteamericana contra el Japón,
cuyo primer objetivo será ayudar a las Filipinas. Volveré”.
Esta frase “Volveré”
, fue recogida por los filipinos y por otra parte personas del mundo
como palabras de esperanza. Se la escribió en las paredes de los
edificios, en las calles, as veredas y los cerros. (Foto de Filipinas).
Se la repetía en los hogares y en las reuniones de amigos, en las iglesias en las escuelas. La nación entera esperaba ansiosamente el cumplimiento de su promesa.
Se la repetía en los hogares y en las reuniones de amigos, en las iglesias en las escuelas. La nación entera esperaba ansiosamente el cumplimiento de su promesa.
La palabra clave era
“volveré” cruzó el océano y llegó a los Estado Unidos y
otros países. Otra frase se hoyo en el siglo primero, por un hombre
consagrado a la causa de Dios. Pablo dijo: aguardaba Gr. prosdéjomai “esperar” Pablo hace un segundo incentivo su exhortación a los miembros de la iglesia de Creta para que vivan como representante de Jesucristo. Debían de vivir una vida mejor, el cristiano sera recompensando la dádiva inconmensurable con la vida eterna.
Cristo hace otra
declaración: “Vendré otra vez”. Cristo no miente. Su palabra
es verdad. Vendrá otra vez.
La pregunta es: ¿Creemos esto? ¿Estamos ansiosos esperando el cumplimiento de su promesa? Si es así, ¿Que estamos haciendo? En los hijos de Dios debe haber una verdadera reforma interior, pedir perdón a nuestro hermano, cuando estos cambio se realice entonces, estaremos dispuestos a llevar la buenas nuevas de que Cristo viene.
La pregunta es: ¿Creemos esto? ¿Estamos ansiosos esperando el cumplimiento de su promesa? Si es así, ¿Que estamos haciendo? En los hijos de Dios debe haber una verdadera reforma interior, pedir perdón a nuestro hermano, cuando estos cambio se realice entonces, estaremos dispuestos a llevar la buenas nuevas de que Cristo viene.
Este mensaje de que
viene Cristo debe de calar en nuestro corazón. ¿No podríamos
hablar acerca de ella con quienes nos relacionamos en los aviones, en
los autobuses en el tren, en los taxis? Como los navíos,
dondequiera que vayamos deberíamos dejar en nuestra estela palabra y
pensamientos con el tema de Cristo volverá. Es el evento más grandioso e la historia. Es el fin de una odisea que terminara en tragedia contra el pecado y su originador. Pero es el comienzo de la eternidad para salvación, cuando emprendamos el viaje asta la Nueva Jerusalén.
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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