Un gran cambio se había efectuado en Moisés. Moisés se doctoro en las mejores universidades de Egipto. Su brillante intelecto había logrado dominar la música,la historia, la filosofía, las ciencias, y sobre todo fue un gran general, la poesía y la política hicieron de el un hombre ilustre.
En esas condiciones se sintió preparado para sacar de Egipto al pueblo de Dios. Pero, apesar de todo su conocimiento y títulos, no estaba en condiciones de hacer la obra que Dios quería que hiciera. Esto debe haber sido un golpe terrible para él.
Pienso que si yo estuviera en su lugar me preguntaría: "¿Señor mira mi preparación, mis títulos, considera las escuelas en las que he estudiado, examina mi promedio de notas?". "Señor estoy listo para trabajar para ti" Sin embargo, Dios tenía otros planes. A pesar de todo Moisés fue a sus hermanos, y mató a uno de sus opresores esperando que sus hermanos entendieran "que Dios les daría la libertad por manos suyas.
(Hech. 7:25).
Sin embargo, en ese tiempo no estaba calificado para la posición de liderazgo a la que aspiraba, ni los hijos de Israel estaba listos para la liberación. Dios hacia constantes llamados a su pueblo para cambiar su conducta y su manera de pensar. ¿No esta haciendo hoy lo mismo? durante más de veinte años Dios nos llama a tener un cambio en nuestras vidas, una renovación interior y exterior.
Dios tomó a Moisés y lo introdujo en la escuela del desierto, entre las ovejas, entre las montañas, y entre el silencio del desierto, esa fue su Universidad. La materia principal de este curso de cuarenta años fue la Sumisión Completa a la Voluntad de Dios. El Señor deseaba que Moisés aprendiera que él era el Creador.
Por eso, durante cuarenta años el sabio erudito formado en Egipto vio montañas en lugar de edificios, en el silencio por la noche y el calor por el día, en vez grandes palacios. Fue educado en la abnegación. Durante cuarenta años Dios fue su instructor personal, y le enseño a pensar y a actuar correctamente.
Durante cuarenta años lo indujo a percibir el arte reflejado en las salidas y las puestas de sol, en las montañas cuando el aire rugía a través de ellas, no podía competir con los mejores maestros de Egipto.
Durante ese tiempo Dios le enseño a cuidar ovejas, para poder después guiar a su pueblo. Dios usa métodos que el ser humano nunca podemos comprender, pero que en manos de Dios puede cambiar nuestra vida para salvación.
Es interesante notar que cuando Moisés recibió el llamado, lo rechazo. Pero después de haber sido instruido por el Maestro celestial, considera humildad exclamó: "¡Quién soy yo para que vaya!" Estas palabras constituyen el sellos de la verdadera educación.
Dios también nos educa a través del desierto de las naciones, esta en ti y en mi, en saber aprender de las manos de nuestro Dios. ¿Responderemos a sus enseñanzas? Dios nos llama a ti y a mi para que lo busquemos, con humildad de corazón.
Maranata.
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la
Biblia a través del tiempo.
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