domingo, 4 de mayo de 2014

EL FUNDAMENTO DE LA VIDA.

Y dijo Dios. . . y vio Dios. . . y llamo Dios. . . e hizo Dios. . . y las puso Dios. . . y creó Dios. . . y Dios. . . bendijo. (Gén. 1: 3,4,5,7,17,21,22.).

Todas estas frases aparecen en el primer capitulo de la Biblia. N o solamente pone Dios en el principio el primer versículo  del primer capitulo del primer libro de la Biblia, sino que la palabras "y Dios" están ubicadas al comienzo de la descripción de los primero seis días de la creación.

El asunto es que Dios existe y ha existido antes que ninguna otra cosa que haya existido.  Al principio, Dios se revelaba en toda la obra de la creación. Fue Cristo quien extendió los cielos y echó los cimientos de la tierra.  Fue su mano la que colgó los mundos en el espacio, y modeló las flores del campo.

Dios está manejando el timón. Tiene que ser el numero uno en nuestro corazón y en nuestra vida no tendrá significado a menos que él sea el primero en nuestro pensamiento. Mirando a Jesús, vemos que la gloria de nuestro Dios consiste en dar.

De los 66 libros que compone la Biblia, y en el capitulo introductorio de los 1,189 versos el tema de Dios que obra, dice, hace, y llama se repite con el fin de que nuestra mente entenebrecidas por el pecado puedan saber y entender que él existe y actúa en todos los aspectos de la vida.

Sin él no hay nada. Con él todo existe. David lo afirmó en forma muy expresiva: "Firme en tu trono desde entonces; tú eres eternamente" (Sal.93:2).  Para que Dios more en el alma es necesario que nuestra fe en que él vive y reina sea absoluta e inquebrantable.  

Pero, el ejercicio de la fuerza es contrario a los principios del gobierno de Dios; él desea tan sólo el servicio del amor; y el amor no puede ser exigido; no puede ser obtenido por la fuerza o la autoridad.  El amor se despierta por el amor.

Hay un abrumador de despliegue de manifestaciones en nuestra vida diaria que nos dice que Dios te ama y que existe.  Los que abran su corazón a las enseñanzas de su palabra, encontraran el camino hacia la eternidad. Porque Dios se revela en su palabra como Dios del universo, el hombre que admira la sabiduría el orden y el amor de Dios encontrara la paz para su alma.  

La médula de la sensibilidad es la creencia en que Dios existe.  Muchas gente avanza agobiada y decrépita por la vida, ya sea porque ha rechazado o, peor aún ignara que hay Alguien que vive, actúa y ama consecuentemente.  Si quieres andar derecho, tienes que pensar correctamente. Y no es posible que exista pensamiento más correcto que el de que Dios vive eternamente por encima de toda manifestación de la vida. 
Maranata /Marantha. 1º Cor. 16:22.  

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