domingo, 2 de marzo de 2014

¿TENEMOS TIEMPO PARA AYUDAR A LOS JOVENES?

El que quiere hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. Juan 7:17.

 "No nos hable de religión o de doctrinas -me dijo un joven estudiante-, bueno le dije: hablemos solamente de Jesús.  Es todo lo que necesitamos.  He conocido a personas que cuando hablan de sus creencias, hecha un discurso y la persona que le esta escuchando se asusta. ¿Se ha preguntado usted que diría Jesús a un  joven? ¿Le halaría de los acontecimientos que esta ocurriendo en el mundo? ¿ho tal vez le hablarla de sus problemas?

Todo lo que necesitamos es hablar de Jesús, y como le ama a ese joven.  Pero Jesús le halaría sin duda alguna de la situación de nuestro mundo, y que este mundo no tiene solución.  La pregunta se plantea: ¿como podemos conocer a Jesús a menos que primeramente sepamos quién es, de donde bino que creyó y que enseñó, qué obra hizo y que le paso?

Cierto es, que los jóvenes solo piensan en diversiones, ¿pero cuantos de ellos están enganchados a las drogas, y a otras sustancias que son perjudiciales para su salud? La respuesta no se hace esperar, muchos, millones, jóvenes que pierden su vida y nosotros no somos capaces de ayudarlos.

Decimos dentro de nuestro corazón, bueno, ¡que la obra lo haga otra persona que esta mejor preparado que yo! dejamos la responsabilidad a otros en vez de hacerlo nosotros. 

Con mucha frecuencia los jóvenes y no tan jóvenes, se quejan de que es difícil discernir "que es verdad" en religión.  Destacan las muchas diferencia que prevalecen entre los cristianos en asunto de doctrina, y afirman que no pueden decir quien tiene la razón.

En millares de casos esa supuesta incapacidad para descubrir la verdad se convierte en una escusa para vivir sin ninguna religión.  Pero una minoría de jóvenes, salen de sus ataudes de muerte porque les han presentado a un Jesús vivo, que es capaz de sacarlo de su situación desesperada.

Conozco en primera persona un caso estremecedor de dos jóvenes creyentes.  Se marcharon a vivir lejos de su casa, para estudiar, pero en vez de estudiar, empezaron a vivir una vida de diversiones y drogas, pasaron un tiempo y como no podían desengancharse de las drogas, el menor se suicido, y el mayo viendo que por su culpa su hermano se mato, el se suicido.  Eran dos jóvenes creyentes. 

Como presentamos la verdad presente a los jóvenes. Nuestras vidas debe de ser un ejemplo para nuestra comunidad, y ayudar a jóvenes que tienen problemas. Hay una promesa: "El Señor siente mucha compasión por los que sufre. ¿Qué pecado son demasiado grandes para que él no lo perdone?

Dios es misericordioso; por eso está infinitamente más dispuesto a perdonar que a condenar.  Es benévolo y no busca el mal en nosotros; sabe de qué estamos hechos; recuerda que somos tan sólo polvo. En su ilimitada compasión y misericordia perdona todos nuestros yerros; nos ama abundantemente cuando aún somos pecadores.  Ves y a tu lo mismo. 

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