martes, 18 de marzo de 2014

¡DESPERTAD! ¡DESPERTAD!

Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conoce a Dios.  Para vergüenza vuestra hablo. (1º Cor. 15:34).

Pablo llama la antención de su pueblo para que velemos. Gr. ehnéfo, "despertar", "volver a la sensatez" "Despertaos" (BJ); "Despertad" (BC). "Desembriagaos" (NC). Pablo nos esta diciendo elimina el aturdimiento mental y apartate de la confusión y la necedad de dudar de la verdad. Deja el pensamiento equivocado y volvamos a lo que es correcto. "Debe cesar la práctica de todo pecado conocido y acariciado, y no descuides más el deber que conocemos".

Estad en guardia contra el error, contra el pecado, sea la bebida, el café, o otras practica sexuales etc.  Este es el ideal de Dios para su pueblo.  Justicia y misericordi en este caso son sinónimos.  Sólo cuando la victoria es nuestra podemos poseer el manto de la justicia de Cristo.

"Pero aunque Dios puede ser justo, y aun justificar al pecador por los méritos de Cristo, nadie puede cubrir su alma con el manto de la justicia de Cristo mientras continúa practicando pecados conocidos o descuidando deberes que conoce.  Dios requiere la entrega completa del corazón, antes de que la justificación pueda tener lugar. 

Y para que el hombre retenga la justificación, debe continuar obedeciendo, por medio de una fe viviente que obre por el amor y que purifique el alma".(COR. 109)
"¡Despertad!" clama Pablo. Es evidente que a través del tiempo en el pueblo de Dios hay alguien que esta dormido.  La vacilante confianza del cristiano ha sido amortiguada por una maligna influencia, bien sea interior o exterior.  El cristiano esta en peligro.  Debemos despertar porque "la voz del deber es la voz de Dios".

El delicuente debe de dejar de robar.  El mal tratador debe de dejar de maltratar. El adúltero debe poner fin a su impureza.  Ciertamente tales personas no pueden ser herederas juntamente con los santos. Yo creo que todos ustedes estarán de acuerdo con esto.

¿Podiamos hacer una aplicación más personal de estas conclusiones? 
Puede ser que no robemos, pero ¿no robamos a Dios en los diezmos y en las ofrendas? ¿No robamos a Dios en el tiempo? ¿No somos deshonestos a veces en nuestras relaciones comerciales? Lamentablemente tengo que decir, que dichas practicas existen. Y si hay alguien que me demuestro lo contrario, retificare esta matutina.

Pero ¿Albergamos odio y rencor en nuestros corazones contra un hermano? Hablo en doble sentido.  Puede ser que nunca  hayamos quebrantado abiertamente el séptimo mandamiento pero, ¿no es nuestro corazón a ratos que albergue malos pensamientos?  ¿Qué es más reprensible a la vista de Dios?.

Ahora biene la gran respuesta para cada uno de nosotros.
La deshonestidad, la amargura, el odio, la impureza, la maledicenciaía, la envidia, la codicia, la profanación del sábado, la blasfemia, el lenguaje impuro, la critica destructiva, el mal genio ¡todas esas cosas deben de desaparecer de mi vida y de la tulla si alguna vez hemos de ser cubiertos con el manto de justicia de Cristo.

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