jueves, 13 de marzo de 2014

¿POR QUE ME HA SUCEDIDO ESTO¿

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. 2º Cor. 12:9.

 "¡No sé por qué me ha sucedido esto ami! Puede ser la esclamación de un amigo, oh una persona a la que amamos. Eso es lo que me ocurrió con mi esposa hace tres mese. Creí que se me iba que dar sin esposa. Durante una semana y media, solo comía lo que cabe en una mano. ¡Parecía que todas las dificultades, todas las enfermedades y toda la mala suerte caían sobre mi"!

Hoy día doy gracias a Dios, por qué mi amada esposa esta recuperada. Pero 
yo me pregunto: ¿Cuantos cristianos se hacen esta misma  pregunta durante su vida?  Por supuesto que mi caso no es el único, ni sera el último.  Puede ser que usted se haya  sentido como yo.  Tal vez hemos creído que los "buenos cristianos" no deberíamos  sufrir reveses, ni insultos, ni enfermedades, ni accidentes.

La pregunta que se hace muchos cristianos y nos cristianos: "¿Por qué permite Dios que estas cosas me sucedan a mi"?  Hace dos semanas enterramos a una hermana de la fe, tenia cancer, con 56 años él Señor permitió que fuera al descanso. ¿Por qué?  Lo único que vi en ese padre y en esa hija era la paz de Dios. Cuando uno tiene la mirada en Jesús, las penas se soportan mucho mejor.

Dios no ha prometido que sus hijos van a escapar de todas las tribulaciones de esta vida. Mi mente recuerda lo que paso en España con la inquisición, y más concretamente en los años cuarenta, cuando un misionero fue envenenado en un bar, solo por qué sus ideas no estaban de acuerdo con la iglesia Católica.
¿Por qué? 

Dios no impidió que su Hijo unigénito recibiera insultos pareciera sufrimiento y llegara a la muerte.  Pero sostuvo y fortaleció a Jesús mientra resistía la prueba.
Promete hacer lo mismo por nosotros hoy. "Bástate mi gracia". No aparta la copa de la prueba, pero nos proporciona su gracia cuando tenemos que beberla.  Nos asegura su amor y su presencia cuando pasamos por los fuegos de la aflicción.

Estimados amigos y hermanos en la fe, la próxima vez que nos asalte la conmiseración propia, recordemos lo siguiente: "Deberíamos vencer la idea de que sois y soy mártires, y asiros de la promesas de Cristo que dice: "Bástate mi gracia".  "En estos tiempos de pruebas que estamos viviendo en el mundo, en la sociedad, y en cada familia, necesitamos animarnos unos a otros, consolarnos mutuamente, orar los unos por los otros.

El Señor a mostrado que su gracia es suficiente para soportar todas nuestras pruebas, y si confiamos plenamente en nuestro Dios, podremos salir victoriosos por su gracia.  En el culto o meditación que hacemos por la noche, leí a mi amada esposa la siguiente promesa: "Si tienes corazón y voz para orar,con toda seguridad te va a escuchar, extenderá tu brazo desde el cielo para salvarte.  Hay un Dios que escucha la oración, y cuando todos los otros recursos fallan, él es tu refugio, tu constante auxilio en las tribulaciones".  Dios te ama y me ama ami. Maranata.  

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