lunes, 5 de agosto de 2019

UNA VIDA MANSA


Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Mat. 5:5
Se ha sugerido que la palabra griega traducida como “manso” se refiere a la domesticación de los animales salvajes. 

Este concepto es la condición de una persona benigna. En Gr. praús es “manso”, “suave”, o “gentil”. 

Es una persona que es sosegada y tranquila, que es apacible etc. Cristo dijo que él era “manso
{praús} y humilde de corazón (cap. 11:29). Y por eso todos los que están “trabajados y cargados” (ver.28) pueden ir a él hallar descanso para su alma.

Pero el significado en hebreo es diferente, que el griego praús es anaw o 'ani' en hebreo es decir: “pobre”, “afligido”, “humilde”, “manso”. Está palabra se emplea para describir el carácter de Moisés (Núm. 12:3). 

Y aparece en Isaías 61:1-3 cf. Mat. 5:3 y en Sal. 37:11, dónde se traduce “manso”. 

La mansedumbre es una actitud del corazón, de mente y de la vida, que él Espíritu Santo prepara la vida del cristiano para la eternidad. 

A la vista de Dios, el espíritu “afable” (praús) esto es de gran estima ya que en 1º de Pedro 3:4, lo menciona. 

Lo cierto que Dios quiere dejarnos un mensaje, para los que quieran estar en el reino de los cielos. 

Ya que la mansedumbre” en relación con Dios significa que cada creyente sincero tenemos que aceptar la voluntad y la forma en que nos trata, que nos sometamos a él en todas las cosas sin vacilar (cf. DMJ). 

Y una persona “mansa” domina perfectamente su yo. Los reinos de este mundo serán entregados a los santos, y a los que hayan aprendido la virtud de la humildad (cf. Dan. 7:27). 

El Evangelio cristiano provoca sumisión; y tan sólo después de que el cristiano se ha sometido a ese proceso de “Santificación”, Dios puede compartir la tierra con él. 


Esta bienaventuranza es una cita del Sal. 37:11: dónde nos dice que los mansos heredarán la tierra nueva. 

 Jesús habla del hambre y de la sed del alma (Sal.42:1-2). Sólo los que anhela la justicia, David clamaba por ella, “No te impacientes a causa de los malignos”. Se necesita un espíritu sumiso para obedecer esta orden. 

También dice el salmista: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él, y él hará”. 

Esto no es fácil, pero cuando nos ponemos en sus manos él hará, ya que ponemos nuestra confianza en nuestro Dios. 

Salomón llegó a la conclusión de que “todo en esta vida “es vanidad”. Nada produce la satisfacción y la felicidad que el corazón humano anhela, y concluye que el Creador coopera con aquellos que hacen la voluntad de Dios.
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto . Sal. 62: 7

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