EL ALTAR DE DIOS.

Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Mat. 5:23-24.

En esta parábola Cristo deja muy claro que todos somos hermanos, sin distinción de razas y colores. Para los judíos era uno de ellos, si fuera en nuestra época seria un cristiano. 

Pero Cristo que veía más aya del tiempo, incluía a todas las religiones que hay hoy día en el mundo. El presente era una “ofrenda” o sacrificio personal en agradecimiento a Dios. 

Estas “ofrendas” ocupan un lugar especial en el ámbito religioso. Es posible que la “ofrenda” que aquí se menciona fuera un sacrificio hecho con el fin obtener el perdón. 

Este hombre a lo largo de su vida ha ahorrado para cumplir la promesa de su corazón de dar abundantemente para la causa de Dios. 

Se encuentra cerca del altar. De repente, recuerda un pensamiento: su amigo no le habla durante mucho 
tiempo debido a una discusión entre ambos, por el problemas de un trozo de tierra, puede ser desavenencias de temas teológicos. 

El problema es, que su amigo “tiene algo contra” del que va a rendir culto. 

Cristo insiste que lo primero que hay que hacer es arreglar el problema con su amigo antes de que pueda reconciliarse con Dios (cf. Mat. 6:15; 1º Jun.4:20). 

Muchos cristianos tienen este problema en su iglesia. Cuando hacen la santa cena, no la hacen por no arreglar las cosas con su hermano de fe. 

Otros no le dan importancia, y hacen la santa cena, no habiendo arreglado las cosas con su hermano. Por desgracia esto existe hoy en el pueblo de Dios. 

Pero ignoran que la obligación más importante tiene prioridad sobre otras de menor importancia. La reconciliación es más importante que el sacrificio. 

El vivir los principios cristianos (cf Gal.2:20) es de mucho mayor valor a la vista de Dios que practicar formas externas de la religión. Pero muchos cristianos piensan: ¿Que debo hacer? 

¿No puedo ir mañana y arreglarlo? Cristo dice: reconcíliate ahora, no esperes a mañana, puede ser demasiado tarde. Jesús dijo: “Deja allí tu ofrenda delante del altar”.

Los labios que han proferido palabras mentirosas, 
duras, falsedades, irreverencia y maldades durante el mes o la semana no puede rendir un culto aceptable a Dios en el Sábado. 

Dice el salmista: “¿Quien subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a las cosas vanas, ni jurado con engaño” (Sal. 24: 3,4). Lo que somos determina el significado que tenga nuestro culto.

MARANATA.

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Notificación: Estimados lectores de este blog. Estimados lectores de este blog. Por mi salud y por este proyecto Sal. 62:7.