Lo que puedas hacer hoy no lo
dejes para mañana. Ese es el refrían que existe en la lengua
castellana.
Es aquí donde comienza la exhortación de Elifaz a Job
para que modifique su conducta, pues da por sentado que es un pecador
y apartado de Dios.
Las exhortación es muy hermosa pero esta mal
orientada. Elifaz no sabía las declaraciones de Pablo hechas siglos
más tarde y que está expuesta en Rom. 5:1. Justificados, pues, por
la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
La fe no es el fundamento de nuestra salvación, sino la
gran bendición: el ojo que ve, el oído que oye, los pies corren, la
mano que se aferra, es el medio, no el fin.
Pablo nos ha demostrado a
todos los hombre, judíos, gentiles, ricos y plebeyo, que somos
pecadores y que estamos bajo la condenación y que necesitamos la
justificación.
Pablo nos ha demostrado que esa necesidad de
justificación no podemos alcanzarla en forma legalista por medio de
nuestras obras (cap. 3:20); pero tal como se revela en las buenas
nuevas del Evangelio, Dios ha hecho todo lo necesario para cubrir las
necesidades del hombre.
Esto es ofrecido como un don gratuito de la
gracia, Dios ofrece a todos perdón completo y reconciliación
mediante la fe en Jesucristo, quien ha vivido, muerto y resucitado
para la redención y restauración del hombre caído.
Elifaz trataba
de decirle a Job, que aceptara las instrucciones de Dios y que se
pusiese en armonía con su ley: es decir, qué confiara en sus
promesas que Dios era justo y que una de las grandes cosas era tener
una continua vivencia con su Creador.
Las consecuencia de tener un
arrepentimiento sincero con Dios, le llevaría a tener una relación
intima con su Creado, ya que el oro o la plata era de menor
importancia lo importante era tener una relación intima con Dios.
Pablo destaca que atener una relación intima con Dios “tendríamos
la paz” a la que Elifaz hace referencia.
El que ha sido justificado ya tiene la paz, puede estar seguro de que ha sido justificado ha recibido la paz, y ya la posee.
El que ha sido justificado ya tiene la paz, puede estar seguro de que ha sido justificado ha recibido la paz, y ya la posee.
Descubrir a Jesús es verse como una
criatura en constante necesidad de ayuda, que siente su sed
espiritual.
Al conocerlo, no trataremos más de defender nuestro pequeños esfuerzos, nuestras limitados conocimientos.
Al conocerlo, no trataremos más de defender nuestro pequeños esfuerzos, nuestras limitados conocimientos.
Simplemente le
decimos a Dios: “Toma mi vida”. De tal decisión depende la
felicidad y la paz eterna. La decisión debe de hacerse ahora.
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS
LECTORES.
Notificación: Estimados lectores
de este blog. Estimados lectores de este blog. Por mi salud y por
este proyecto Sal. 62:7.
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