LA SAL DE LA TIERRA.

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciera, ¿con qué será salada? Mat. 5:13.

En este verso en griego el pronombre es enfático:“Vosotros mismos sois la sal de la tierra”. Es muy importante recordar que Jesús se estaba dirigiendo a sus discípulos, en su nueva condición de fundadores del reino de su divina gracia. 

El foro era muy variado, pues allí había labradores y pescadores, pero también había espías. La idea básica en esta comparación de los ciudadanos del reino con la sal es que ella sirve para preservar (DMJ. 33). 

Hay otra interpretación en la cual Jesús comparó su iglesia con la sal porque preserva y añade sabor al alimento espiritual. 

“La sal tiene que unirse con la materia a la cual se la añade; tiene que entrar e infiltrarse en los alimentos para conservarla. 

Así por el contacto y la asociación personales, el poder del salvador del Evangelio llega hasta el hombre. 

Los discípulos habían de reconocer que la salvación de sus prójimos era su primera responsabilidad. 

Al igual que la nuestra, ya que somos la sal de la tierra. La salvación es personal, no colectiva. Y la influencia que podemos ejercer es personal a otros es para vida eterna. 

En cierto lugar de Europa un grupo de misioneros se sometieron a un experimento de aceptar un trabajo como obreros, día tras día ejercieron su influencia sobre los trabajadores hasta que todos se convirtieron al catolicismo. 

Hace muchos años unos misioneros se instalaron en una rústica vivienda en una reserva India, el resultado fue que muchos de los indios aceptaron la fe. Sé que en la selva Venezolana unos misioneros estuvieron viviendo con los indios de la selva. 

El resultado fue que cuatro familias aceptaron a Cristo y fueron bautizadas.En la Amazonia Brasileña La ICA establecieron misioneros y vivieron con los nativos. Un años después el resultado fue barias familias se bautizaron. 

Si los cristianos han de ser la sal del mundo, deben derribar las murallas del aislamiento entre ellos y sus vecinos y han de comunicar su fe por un testimonio personal. 

La misión de Cristos a sus discípulos, es ir a donde está tu prójimo, no importa el lugar o las culturas. 

¿Si la sal pierde su sabor? Tú y yo seremos responsable sobre la sangre de esos hombres y mujeres. Si los que se llaman cristianos no irradian amor por los de más, no tienen fe, han transformado su testimonio. 

Esa “sal” sólo sirve para ser desechada. Es muy claro el significado que Cristo dio a sus palabras. Todo depende de lo que proyectemos hacia los de mas, esa alma se perderá o se salvara.

MARANATA.

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