Cual fiel era la amistad del salvador con Pedro, lo mismo con cada uno de nosotros. Las advertencias de Jesús a Pedro, era un sinceras y tiernas. Lo mismo que para nosotros hoy día.
Jesús quiere quitarnos o apartarnos de nuestros temores y perplejidades. Su advertencia es de un infinito amor por su siervo, y por ende con cada cristiano. Cuántas veces despreciamos las advertencias de Dios, y cuanto más lo hacemos, más insiste en advertirnos.
Es un constante ir venir de Dios hacia el pecador. La advertencia no solo era para Pedro, sino para todos los demás discípulos. Con tierno amor hoy nos está diciendo lo mismo, cuida que vas a caer en la red de Satanás.
Cada cristiano es un Pedro, pero con la particularidad que las tentaciones de Satanás son más sutiles que antes. Pedro declaró confiadamente, con arrogancia, que nunca haría aquello contra lo cual Cristo le advertía.
La terquedad y el orgullo de Pedro, lo llevó al borde del abismo. ¿Cuántas veces nos pasa a cada uno de nosotros? Queremos saberlo todo, y en verdad, no sabemos nada.
Cristo Intercedió por Pedro, y ahora está intercediendo por cada hijo suyo. El Señor, sabe que el tiempo es corto, y quiere que cada hijo suyo, salga de las manos del tentador.
Nuestra fe no debe de flaquear en momentos de crisis. Este es el gran problema del hombre.
La fe en Cristo debe de ser sincera, como la fe de un niño de tres años, cuando su papá le dice que se tire de la mesa que el lo cojera. ¡Ojala tuviese yo tal fe!
En el momento más crítico de Pedro, su fe de niño salió a relucir. Y Pedro fue confirmado para el reino de los cielos. El Padre está con cada alma que lucha en este mundo impetuoso.
Nadie a dicho que la batalla era fácil, Pedro tuvo que luchar toda su vida con su carácter. Pero la gracia de Cristo le dio la victoria.
Así a cada uno de los hijos de Dios, le dará la victoria mientras su fe no falte.
En aquel gran día, en que muchos resucitemos, veremos cuál fue el coste de nuestra salvación.
La fe es tan importante porque es la vía mediante la cual Dios proporciona estos valores indispensables para la vida cristiana. Pero demostró tener esos valores.
El perdón, la victoria y la fortaleza nos están aseguradas en Cristo Jesús. Por medio de la oración y la meditación, podemos alcanzar grandes victorias en Cristo Jesús.
Tú fe, mi fe, y nuestra fe en Cristo, podremos fortalecer a nuestros hermanos. Cuando vean tu ve y tus frutos, entonces también aumentarán la fe de ellos.
MARANATA.
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