martes, 23 de julio de 2019

LA FIDELIDAD A DIOS


El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, en lo más es injusto. Lucas 16:10.
A la vista del cielo no hay ninguna cosa trivial. El Padre dijo Jesús, ve caer al pájaro, cuenta los cabellos de nuestra cabeza, y se entera de la blanca de la viuda. 

Y ve cada cosa secreta que está en nuestro corazón. Una insinuación de que las riquezas son “lo muy poco”. Cristo no elogió los fraudes del mayordomo, (ver 8). Lo que Cristo nos esta diciendo que la integridad es apreciada por el cielo.

Y todos los que quieran ser sus discípulos tienen que ser honrados, Jesús declaró claramente la profunda verdad de que todos los que quieran ser sus discípulos, deben caracterizarse por una completa integridad y diligencia Según el Midrash (Rabba), Exodo 3:1). 
Dios no le da al hombre algo grande hasta haberlo probado en algo pequeño; después lo asciende a lo que es grande. 

La debilidad en la vida espiritual de una persona puede permanecer insospechada durante años, porque los seres humanos son fáciles de ser engañados. 

El hombre se evade del deber y de las oportunidades de realizar el bien a otros, pueden que no lleguen nunca a registrarse en los registros humanos, pero en el día de la retribución serán tomados en cuenta cada motivo y pensamiento secreto. 

“¡Oh! Era tan sólo una pequeña equivocación, ¿Por qué había de preocuparme?” podemos pensar cada uno de nosotros. 

No obstante lo que consideramos de poca importancia, puede acarrear desastres en nuestra vida, y podemos abrir la puesta a la falta más grave que nos conducirá a la muerte eterna. Pero lo verdadero, es decir, las riquezas espirituales (Sat.2:5). 

Esta es la comida que no perece, que es para la vida eterna (Jun. 6:27). Cristo había advertido a sus oyentes en Perea, que no amontonase tesoros sino ser ricos para Dios. 

Aprendamos de los errores de Israel, ellos no aprendieron ni aprovechar las enseñanzas que recibieron que todo es de Dios y es Él que da las riquezas a los hombres, pero nosotros sólo somos administradores. 

Este fu el fracaso de Israel. Jesús dijo: lo que es vuestro es la vida eterna y las bendiciones y gozo correspondientes que Dios nos da, son nuestras. 

Somos “herederos de Dios y coherederos con Cristo (Rom. 8:17). 

Cuando Cristo regrese en gloria, extenderá a todos los fieles la generosa invitación de venir y heredar “el reino preparados para ellos” “desde la fundación del mundo”. 

No despreciemos lo infinito, sino aprende a hacer el bien y no mires a quién, lo que parece pequeño es grande a los ojos de Dios.
MARANATA.
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Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto. Sal. 62: 7

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