No os engañéis: Dio no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gal. 6:7.
Discípulos extendió el evangelio por todo el Asia Menor y por Europa. Predicando el Evangelio Eterno.
Y bajo en este contesto Dios hace responsable a cada persona por “todas las cosas buenas” que le hayan impartido sus maestros cristianos a darles los estudios Bíblicos.
Pablo hace responsable a los Gálatas por la instrucción que Pablo les había dado. Y que no hicieron buen uso de ello. Los hombre que no creen en Dios ni en su venida, y que se burlan de Dios, tomando livianamente los consejos que él les encía, tendrán que sufrir las consecuencias de su conducta.
Este principio es tan cierto en el reino Espiritual y en las relaciones sociales como el mundo físico. Esto es una ley inmutable que los seres humanos tienen que tener en cuenta.
El que siembra “excesos en su juventud”, no puede esperar una abundante cosecha de buena salud en su vejez. Las inclinaciones y los deseos carnales que no son sujetados en la juventud, al final pasa factura en la vida.
El que resiste el mal es el único que puede esperar verse libre de su influencia y de sus resultados. Hay muchos cristianos hoy que viven según las conductas de este mundo aun dentro de la iglesia, pero creen finalmente que, como el perdón está disponible, se verán exentos de toda malas consecuencias.
El Espíritu Santo trabajan en ellos para que vuelva hacia él Señor, pero en su propia ignorancia ellos se alejan cada día más.
Piensan que, como se ha levantado la sentencia de la muerte según por el perdón provisto en la cruz, todas las consecuencias de su malas aciones y de sus malas decisiones creen que también han sido perdonado.
Esta creencia, ampliamente difundida, puede ser vista del otro lado también. Sugiere que lo que está mal en pecar es que Dios queda resentido y adoptan una actitud hostil hacia el pecador, aun infligiendo castigos sobre él como expresión de su desagrado.
El objetivo de estos cristianos, consiste que Dios cambie esa actitud hacia el pecador y “ofrezca perdón”.
Estos cristianos no dejan trabajar al Espíritu Santo en su interior. Y piensan que el Padre dice “te perdono”, y piensan que están libres para desobedecer la ley de Dios.
¡Pero nuestro Padre nos ama demasiado como para respaldar este tipo de ficción moral! Es la clase de semillas que el hombre planta, y adonde la planta. Cuando el terreno es “la carne”, el fruto sin duda se marchitará.
El amor es el Espíritu cosecha frutos a su tiempo en el corazón del hombre (Apoc. 22:12). Y recibirán la vida eterna.
MARANATA.
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