¿QUE OBLIGACIONES TIENE EL CRISTIANO CON LOS POBRES?

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed y me distes de beber; fui forastero, y me acogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Mat. 25:35,36.

La gran prueba final tienen que ver con el grado al cual se han aplicado los principios de la verdadera religión (Sant. 1:27) en la vida diaria, especialmente en relación con los intereses y las necesidades de otros. 

Santiago nos define la verdadera religión del hijo de Dios. La evidencia externa debe de acompañar en forma natural a la genuina experiencia espiritual del corazón del hombre y mujeres. Es lo que debe impulsar al cristiano aparecerse a su Señor. 

La visitación a los enfermos, las viudas y a los que pasan pruebas y dificultades. Santiago define muy bien como debemos ser el cristiano. “Hechos y no palabras”. 

La verdadera religión nos enseña a hacer todo como si estuviéramos en la presencia de Dios. Además Dios conoce tanto los motivos como las acciones (Mat. 6:1-18). Las buenas obras aquí mencionadas no son una evidencia de la “religión pura y sin mácula”, la motivación tiene que ser por motivos correctos. 

Hay personas que hacen buenas obras de caridad, para tener una buena imagen delante de los hombres. El verdadero cristiano no tienen que ser así. El amor de Cristo que lleva debe de influir en los demás. El diácono, el anciano, y el pastor tienen que dar ejemplo de ese amor hacia los más necesitados. 

El Señor podría llevar acabo su obra sin nuestra cooperación. No depende de nuestros recursos. El cristiano debe de revelar en su corazón que esta lleno de amor de Dios. Ves aa tu vecina y si esta en apuros ayuda la. El cristiano tienen que salirle del corazón en servir a Dios ejerciendo el verdadero poder del amor, y al mismo tiempo orar para depender de Dios constantemente. 

En la vida cristiana sólo conquista aquel que tienen éxito, aquel que esta unido con la fuerza y el poder de Dios, el esfuerzo humano y divino constituyen el arma más poderosa del cristiano. El mundo, como existe bajo el pecado y la depravación moral y malos principios que son contrarios a la voluntad de Dios. 

El miembro de Iglesia verdaderamente convertido, evitará cualquier pensamiento o acción que permita que lo manche de la inmundicia del “mundo”. 

Cristo es nuestro ejemplo en todo. Y el mandato es ves y haz tu lo mismo. Tened presento esto: Porque al que tiene, le será dado; y al que no tiene, aun lo que tiene le sera quitado. (Mar. 4:25). Nuestro lugar esta en los reinos de los cielos. Nos veremos allí. Amen.Maranata.
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