VEREMOA AL REY DE REYES

Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Apoc. 4:2.
Los países que tienen monarquía, todos los años van al desfile para ver a su rey y a su reina. Cientos de personas esperan ese momento cuando pasa la carroza real. 
 Juan experimento esa experiencia al ver en su trono al Rey Padre en su trono, el gobernante del todo universo. No podemos comparar a los reyes de la tierra con toda su corte y pompa real, al Reye de Reyes y Señor de Señores del universo. Cuando haya caído las siete últimas descrita por Juan (Apoc.16: 1-21). 
El Hijo de Dios vendrá en las nubes de los cielos. Sobre la constelación de Orion, se abrirá un espacio abierto donde saldrá la voz de Dios. Ese espacio se enrollara hacia atrás, y por ese espacio vendrá Jesús desde los celos, y toda la tierra grandes y pequeños verán al Rey de Reyes. 

Pero las potestades de la tierra serán conmovidas, (las guerras, el hambre, la pestilencia) y la crueldad del hombre se manifestara al mundo. Cuando Oigamos un clamor desde el cielo y veamos al Rey-Emperador del universo. 

Oiremos la voz de Dios que sacudirá el sol, la luna, y las estrellas y la tierra se conmoverá a su voz. Se manifestara las señales y prodigios y las falsas reformas aumentaran con mayor plenitud y se extenderán entre las naciones. Muchos rechazaran la verdad y la vigencia de los diez mandamientos. 
En ocasión de nuestro conversión el Espíritu Santo nos dio una vislumbre de nuestro Rey en el Calvario. Espiritualmente podemos evocar esa escena. Mediante el Espíritu concerniente a la venida del Rey. 
Nuestra expectación de este gran suceso pronto se convertirá en realidad, y entonces podremos decir: “Yo vi al Rey”. Para los que le esperan y apresura su venida, deben de dar el toque certero al sonido de la trompeta. “Cristo Vienen”. “Es cosa espantosa tratar livianamente la verdad que convenció nuestro entendimiento y conmovió nuestros corazones. 

No podemos rechazar las evidencias de Apoc. 16, Satanás probara a cada una de sus artes para sujetar a las almas antes de que sea el sellamiento, hasta el último momento. 
 Así los que no alcance ser cubiertos por la sombra del Omnipotente sufrirán las plagas descritas en Apoc. 16. 

Dios tiene un amor por su pueblo que el hombre no comprendemos. El Rey de Reyes pronto vendrá como Rey de Gloria. ¿Estamos listos para ver tal evento? Estimado amigo: Preparémonos para recibir a nuestro gran Rey. Amen.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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