sábado, 17 de octubre de 2015

CUIDA CELOSAMENTE TU TIEMPO DE ORACIÓN


Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios el alma mía. Sal. 42:1.
El ciudadano del reino celestial estará mirando constantemente cosas no vistas. 

El poder terrenal sobre la mente y el carácter esta quebrantado. Tiene la presencia de Huésped celestial, de acuerdo con su promesa: “Y yo le amaré y me manifestare a él”. (Juan 14:21). Camina con Dios como Enoc, en constante comunión. . . 

Asediado diariamente por la tentación en lucha constante contra los dirigentes del pueblo, Cristo sabía que debía fortalecer su humanidad mediante la oración. Para ser una bendición para los hombres, debía comunicarse con Dios, pidiendo energía, perseverancia y firmeza. 

Así mostró a sus discípulos que consistía su fuerza. Sin la comunión diaria con Dios ningún ser humano puede recibir poder para servir. 
El cristiano que no dedica tiempo a la oración, es un cristiano muerto. 

Muchas veces he oído esta expresión: “me levante con el tiempo justo y hice una oración por el camino” oh “yo no puedo estar mucho rato orando a Dios, por qué no se que decirle” 

Es el privilegio de cada uno el encomendarse, con todas las pruebas y tentaciones, los pesares y los chascos de la vida se lo tenemos que llevar a nuestro tierno Padre celestial.


En cierta ocasión, visitaba a una hermana de edad muy avanzada, estaba sin trabajo, con dos hijos mi esposa trabajaba en tres sitios, venia cansada, yo con depresión. Me propuse visitar a esta hermana de la fe todas las semanas, y así lo hice. 

Cuando llegaba a su casa estaba triste y cuando salia mi fe se reforzaba. Hera una mujer de oración, pasaba oras hablado con Jesús, me contaba experiencias que ella había tenido había tenido esa noche. 

Os digo sinceramente, salia nuevo. Esta hermana en la fe murió de 99 años. Nadie que haga esto, que haga de Dios su confidente, caerá presa del enemigo. Cristo se compadece de sus hijos, él sabe nuestra condición y podemos ir confiadamente al trono de la gracia. (Heb. 4:15,16). 
 
 Cuidad celosamente vuestras horas de oración y n profundo autoexamen de conciencia, aparte si es posible alguna porción del día, Daniel oraba tres veces al día tú lo puedes hacer. Lectura, meditación y estudio de la palabra, estos tres elementos son indispensable para el cristiano. 

Así obtendrás fuerza espiritual y crecerás en gracia y favor de Dios. El solo puede darnos aspiraciones nobles y modelar nuestro carácter a la semejanza divina. Si nos acercamos a él en oración ferviente, llenará nuestros corazones de santo y elevados propósitos y de ferviente y profundo anhelo de pureza y limpieza de pensamiento (R.H. 1910).
Maranata
Luis José de Madariaga.
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
ttp:// segunda venida apocalíptica.
La Biblia a través del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario