sábado, 28 de febrero de 2015

TOLERANCIA Y COMPRESIÓN. TERCERA PARTE.


  Al despertad, dijo Jacob: Realmente, el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía. Y añadió sobrecogido: Realmente, él Señor está en este lugar, y yo no lo sabía Gén. 28:16
Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo. Gén. 28:17.


Se cuenta la historia de un padre y su hijo que se perdieron en el desierto de California. Hacia un calor de 50 º- intentaron llegar a la ciudad más próxima, pero escogieron el camino equivocado.
Fueron hallados, dispersos tan solo a dos kilómetros de un manantial. La pregunta es: ¿Porque no buscaron un refugio en ese lugar para guardar allí ayuda. La respuesta es que no lo sabían.

Las palabras “no lo sabían” son muy significativas. Cuántas tragedias se habrían evitado si se hubieran sabido ciertas cosas de nuestra vida. Jesús, refiriéndose a jerusalén declaro: !¡0h, si también tú conocieses. . .lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto tus ojos. . . y te derribarán a tierra. . . y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación” (Luc. 19:42,44).
Ellos no lo sabían, pero les aguardaba la muerte. ¡Si lo hubieran sabido! No hay peor cosa que el orgullo, y la insensatez, los judíos nunca supieron que la fuente de agua viva estaba entre ellos.

El mundo esta bajo la maldición de la muerte, pero gracias a Dios, no estamos obligados a morir con él. El desierto abrasador nos rodea, pero Cristo, como un refrescante y sombreado oasis, está a nuestro alcance.

Hay que seguir la dirección correcta y asumir la posición debida. El que se arrodilla al pie de la cruz de Cristo adquiere la debida comprensión y la paz para su alma.

¡Que afortunado fue Jacob al reconocer finalmente la presencia de Dios! Todo lo que necesitó para adquirir conciencia de ella fue un sueño conmovedor. Muchos de nosotros tenemos que caer en la roca, y pedir ayuda a nuestro Salvador, ya que nuestras fuerzas flaquean. Muchas personas, al igual que Jacob, después de pasar algunas experiencias y despiertan a su compresión, exclama: !¡El Señor está en este lugar!”
Cierto es que Dios usa distintos medios y métodos para despertarnos. 
A veces por un gobierno intolerante, o aveces la perdida de un ser querido, o un revés financiero. Otras veces recibimos una gran bendición como la que recibió Jacob. Pero cualquiera que sea el medio, lo que importa es comprender que Dios está presente y que él dirige las cosas.
Maranata
Oren por la vista de mi esposa, solo ve de un ojo.
Dedicada a mi esposa Susana.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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