martes, 3 de febrero de 2015

LA TEORIA DE LA RELEVANCIA O PERTINENCIA. 2º PARTE.


Y les dijo: mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Luc. 12:15

En cierta ocasión un hombre le pidió a Jesús que diera su veredicto en un pleito. Su respuesta no solo fue “impertinente” sino casi insultante. La culminación de sus declaraciones constituyen el versículo de hoy.

¡Qué respuesta! ¡Qué extraña! ¡Qué poco”pertinente” para el avaro amante del dinero! ¿Cuantos de nosotros seríamos capaces de decirles al rico que vendiera todo lo que tiene y lo dejara a los pobres? ¡Esa actitud “extremista” está tan desvinculada de la realidad!

El hombre que se dirigió a Jesús o necesitaba mas riquezas; lo que necesitaba era que la avaricia le fuera quitada de su corazón para que la riqueza no le preocupara tanto. Sin avaricia en su corazón, no habría disputa que arreglar.
Lo que más necesita los hombres no es un sueldo mejor o mayores ganancias. Necesitan un cambio de corazón y de pensamiento que los conduzca buscar “primeramente el reino de Dios y su justicia” para que sienta lena confianza de que las cosas indispensables serán concedidas.

El gran problema de esta maltrecha humanidad es el materialismo es la raíz de todo mal, y es que se ha convertido en la filosofía de este mundo,tanto que genera todas las guerras y conflictos, todo por los intereses económicos.

Posiblemente la única vez que l gente admitió que Cristo estaba haciendo algo “pertinente” e cuando alimento a los cinco mil hombre y mujeres con uno panes y unos cuantos peces. Este hecho fue comentado en todo el cielo y aun en los mundos abitados.

Los discípulos vieron en ación los métodos de Cristo y comprendieron que el movimiento saldría adelante. Pero Jesús que leía sus corazones les dijo: “De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis” (Juan 6:26).
cristo tiene una respuesta que puede ser aplicable, pues depende de nosotros. “Trabajad, no por la comida que perece, no por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señalo Dios el Padre” (ver. 27).

El secreto de la paternidad de la verdad de la Palabra de Dios consiste en presentarla en forma tan amante humilde y persuasiva que las mentes experimente un cambio y los corazones se rinda a Jesús. Ora por el poder del Espíritu Santo para que tu testimonio resulte atractivo y convincente.
Maranata
Oren por la vista de mi esposa, solo ve de un ojo.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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