Mujer virtuosa,
¿quien la hallara? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las
piedras preciosas. . . Considera los caminos de su casa, y no come el
pan de balde. Se levanta sus hijos y la llaman bienaventurada; y su
marido también la alaba. Prov. 31:10, 27, 28.
No hay más
afortunado para el hombre que una mujer sabia y emprendedora. Cierto
es que las mujeres de esta época, no son en su gran mayoría, como
las mujeres de los años 60 o 70. Mujeres que su principal interés
era cuidar a sus hijos y darles una buena educación en el temor de
Dios.
Conocí a barios
jóvenes matrimonios, que empezaba su carrera en la vida, con
esperanza de formar un hogar. A lo largo de los primeros diez años
tres de ellos se separaron. Uno de ellos, se salvo gracias a una
mujer sabia y prudente.
Es una mujer con
grandes dones de paciencia, y que poco a poco supo ver en su marido,
un diamante sin pulir y con paciencia tenacidad y amor cambio el
carácter de su marido. “Un carácter bello es de gran valor a la vista de Dios. Una belleza tal atraerá, pero no descarriará. Este tipo de encanto tiene colores firmes; nunca se desvanece” (C. de N. p. 398,399).
Ningún trabajo de
este mundo sobrepasa la tarea de la madre y esposa. La mujer que
tiene un empleo fuera de su casa corre el riesgo, inevitablemente, de
aumentar los problemas internos del hogar. Mi hija es educadora
social y psicóloga, y a atendido muchos casos de de familias
destrozadas por este problema, hijos que no se crían en un ambiente
correcto de familia.
¿Como es posible
que un hombre pueda ser el rey de su hogar, si maltrata a su esposa?
¿Incluso da mal ejemplo a sus hijos, con sus actos y palabras?
Pablo aconseja a Timoteo, que el marido, sea de una sola mujer,
solicitó, templado, compuesto, hospitalario, y que sea acto para
enseñar.
Tales hombre los
hay, ¿pero cuantos? Al igual que hay mujeres buenas y amante de su
hogar y temerosas de Dios. Pero cuando una mujer trabaja cuarenta
horas para equilibra la balanza del presupuesto familiar, y ademas
lleva a su familia por los caminos de Dios. Yo me quito el sombrero.
Mujeres tales las hay, pero mi vista y los datos de los estadistas
dicen: que esta sociedad va a la ruina, cuando la mujer dedica más
horas al trabajo, más que al hogar y a sus hijos la ruina es
eminente.
Mujeres tales las hay, pero mi vista y los datos de los estadistas
dicen: que esta sociedad va a la ruina, cuando la mujer dedica más
horas al trabajo, más que al hogar y a sus hijos la ruina es
eminente.
¡Qué privilegio
tiene la esposa que atiende a su hogar! Sus hijos la adoran, la
alaban, y su marido la alaba entre sus amigos. Es la mujer que agrada
a Dios cada día de su vida, que su andar refleja a su Salvador y
Señor; que es obediente a su Palabra, y llena de gracia. Que lo
soporta todo, que es sufrida, que es paciente, y ante los ojos de su
Hacedor es llamada bienaventurada.
Maranata
Oren
por la vista de mi esposa, solo ve de un ojo.
Dedicada
a mi esposa Susana.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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