sábado, 5 de julio de 2014

LA CARRERA HACIA EL CIELO.


Por tanto, nosotros también teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciado, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Heb. 12:1,2.  (Foto. Carrera en Grecia en Olimpia).

Donde quiera que miremos en la historia sagrada, encontraremos “testigos” en que la fe y la fidelidad triunfan sobre todos los obstáculos. La metáfora del verso 1º compara a un atleta que hace los preparativos para competir en Olimpia Grecia, los espectadores observan sentados en las gradas. 

El atleta, contempla por unos momentos la masa de rostros que le rodean como una nube. Los “testigos” son aquí los incontables héroes de la fe que se menciona en el cap. 11, cada uno de los cuales, a pesar de desventajas y obstáculos de todas las clases, termina su carrera con gozo por su fidelidad. 
¿La vida es una carrera? ¡Si! Pablo pensaba en esto (Gal. 2:2; Fil. 2:16; 2 Tim. 4:7) o, como aquí para ilustrar la experiencia de los cristianos. (Foto. La carrera para coronar la cima es penosa y dura, pero al final uno tiene su recompensa).

Los corredores se despojaban de toda ropa iban casi desnudos. Descartaban todo aquello que podía impedir su carrera. La aplicación espiritual es obvia. Los impedimentos tales como el orgullo, la mundanalidad, la duda, la codicia, la pereza, en resumen, todo lo que pueda estorbar nuestro progreso espiritual, debe ser dejado de lado. 

“El pecado que nos rodea” y nos envuelve como una nube, debe ser abandonado con la ayuda de Cristo, sin él nada podemos hacer. Tu y yo debemos correr esa carrera “con paciencia”, o con “perseverancia”, no debemos mirara hacia atrás, es una carrera con miras hacia la meta, y esta es Cristo. En una carrera si miras hacia atrás un segundo pierdes terreno. No ganarás. 

Y lo mismo nos sucede en la carrera cristiana. Debemos mirar, no hacia atrás, sino hacia arriba. “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. (Heb. 12:2). Si te miras a ti mismo, no podrás salvarte. 

Pero si miramos a Jesús no te podrás perder y yo tampoco. “Muchos comente un grave error en su vida religiosa al mantener la atención fija en sus sentimientos para juzgar si progresa o si declina, que gran error. 
 Los sentimientos no son un criterio seguro. No encontraremos allí otra cosa que motivos de desaliento. Nuestra única esperanza consiste en mirar a Jesús, 'autor y consumador de nuestra fe' (Heb.12:2)” (J.T. t. 2. p.59).
(Foto. Caballeros somos ante nuestro Dios, y debemos dar el ejemplo a los demás).
 Promesa.
Pero la salvación de los justos es de Jehová. Y él es su fortaleza en el tiempo de angustia. Y Jehová los ayudará, y los librará; y libertarálos de los impíos, y los salvará, Por cuanto en él  esperaron. (Sal. 37:39-40).
Maranata.
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la Biblia a través del tiempo.


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