El
Espíritu convence de pecado y señala los defectos desbastadores de
una religión confusa. Juan es llevado al desierto.
Los peores
desiertos que conozco en en el Sahara de Argelia y Marruecos. Se que
en los Estados Unidos hay grandes desiertos. Pero estos del Africa
son muy especiales.
A. Juan se le lleva al desierto para contemplar a
una iglesia que ha violado la ley de Dios, y se ato proclama dios en
la tierra y puede perdonar los pecados.
Esta Mujer, que es la iglesia
que ha apostatado de la verdad, es simbolizada por una mujer ramera
(Eze. 16:15-58; 23: 2-21<; Oseas 2:5; 3:1; etc.
Es la ramera del
Apoc. 17:1. Es una religión que por sus actos a través de la
historia a derramado mucha sangre de los hijos de Dios. Es un Cristianismo
apostata.
Se cuenta que un ministro episcopal se confundió cuando
leyó el cuarto mandamiento en el libro de oraciones de su Iglesia
Anglicana, y se le instruyó que orara:
“Señor, ten misericordia
de nosotros e inclina nuestros corazones para guardar esta ley”, lo
curioso que su iglesia estaba observando el primer día de la semana.
El Espíritu Santo no es autor de confusión, de modo que
constantemente está llamando a su pueblo a salir de Babilonia.
Babilonia no es un lugar ni un estado mental. Babilonia es una
organización o una institución, que abolió el cuarto mandamiento
de Dios, y impuso el día falso de adoración, y que adorases a las
imágenes.
Luego la gran Babilonia es solamente un estado de
religiones que adoran en un día falso. El llamado del Espíritu
Santo es salir de esa instituciones, y adorar en Espíritu y en
Verdad al verdadero Dios. Dios señala el pecado y nos da la
oportunidad de ser renovados por el Espíritu.
El Espíritu Santo
señala la verdad de la condición del hombre y de mujeres. La
confianza en Dios y la obediencia a su voluntad, son tan esenciales
para el cristiano en la guerra espiritual como lo fueron para Gedeón
y Josué en sus batallas.
Es hoy muy necesario que la verdadera
religión del corazón reviva como sucedió en el antiguo Israel. El
arrepentimiento es el primer paso que debe dar todo aquel que quiera
volver a Dios. Nadie puede hacer esta obra por otro.
Individualmente
debemos humillar nuestras almas ante el Gran Dios, y apartar nuestros
ídolos. Cuando hayamos hecho todo lo que podamos, el Señor nos
manifestará su salvación.
Esta es la gran obra del Espíritu Santo,
nos hace recordar lo que tenemos que dejar y lo que tenemos que hacer
para glorificar a Dios.
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores
de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que
abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les
pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues
recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me
recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras
oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios
me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la
gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que
Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea
sobre ustedes. Sal. 62: 7
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